Sobrevive al ataque de un oso pardo apuñalándolo con una navaja de bolsillo
El animal le ocasionó graves heridas en el estómago y en los muslos
Tras escapar de sus garras pudo pedalear ocho kilómetros para conseguir ayuda
Un canadiense sobrevivió al ataque de un oso pardo, que le mordió en el estómago y en los muslos, apuñalándolo con una navaja de bolsillo de cinco centímetros, y luego recorrió ocho kilómetros en bicicleta para obtener ayuda.
Colin Dowler estaba haciendo ciclismo de montaña en una remota ruta forestal en Mount Doogie Dowler, en la Columbia Británica, cuando giró una esquina y vio al oso a una distancia de 30 metros. El hombre, de 45 años, detuvo su bicicleta y comenzó a estudiar sus opciones cuando el animal comenzó a caminar hacia él. A medida que se acercaba, Dowler intentó desplegar su bicicleta y un poste de senderismo como escudo y arma improvisados.
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Cuando el oso comenzó a golpearlo con fuerza él le arrojó su bicicleta, pero el animal no se inmutó y le mordió en el estómago, luego le levantó y le arrojó a una zanja, a unos15 metros de distancia, antes de morderlo profundamente en sus muslos. "Pensé que no iba a lograrlo. Fue bastante aterrador", dijo Dowler a la emisora pública canadiense CBC: "Podía oír los dientes en mi hueso".
Dowler recordó haber tratado de negociar con el oso antes del ataque. "Sé que este es su territorio, estoy de paso, no tenemos que hacer esto", le dijo al oso. Después de tratar de arrancarle los ojos al animal y de hacerse el muerto por un instante, logró alcanzar su navaja de bolsillo y apuñalarle en el cuello. Hubo un torrente de sangre, el oso lo soltó y pudo escapar. Como perdía mucha sangre, presionó su pierna herida con una manga de camisa y pedaleó hasta un campamento de tala, donde colapsó.
Los trabajadores trataron sus heridas antes de que los servicios de emergencia le hicieran una transfusión de sangre, y luego una ambulancia aérea lo llevara al hospital general de Vancouver, a unos 300 kilómetros al sur. Los guardias forestales dispararon después al oso y dijeron que estaban seguros de que era el mismo porque tenía una herida de cuchillo en el cuello. Agregaron que era un oso pardo de 159 kilos y de cuatro o cinco años. Los ataques de osos no provocados del tipo descrito por Dowler son extremadamente raros.