El reportero gráfico Jean Paul Ibarra Ramírez, del diario El Correo, fue asesinado en la noche del viernes mientras conducía su motocicleta en Iguala (estado de Guerrero), acompañado de la reportera Yenny Yuliana Marchán Arroyo, del Diario 21.
Ibarra se dirigía a cubrir un accidente automovilístico cuando, de repente, otra moto le salió al paso y uno de los ocupantes abrió fuego con una pistola calibre 45.
Se desconocen los móviles del ataque.
El presidente de la SIP, Enrique Santos Calderón, del diario colombiano El Tiempo, expresó su solidaridad con los periodistas e instó a las autoridades a "aplicar mayor diligencia e investigar con eficacia cada acto de violencia contra la prensa".
Agregó que para "frenar la violencia se necesitan resultados ejemplares, conocer los móviles, juzgar por igual a autores intelectuales y materiales".
A Ibarra, de 33 años, le dispararon en un hombro, el pecho y, tras perder el control de la moto y caer al suelo, le dieron un tiro de gracia.
Marchán, de 22 años, resultó herida de varios impactos de bala en las piernas y se encuentra en estado grave, pero estable.
Ambos periodistas cubrían temas vinculados con la seguridad y la justicia.
"La violencia generalizada, proveniente en gran medida de grupos al margen de la ley, ha afectado también a los periodistas y medios de comunicación", dijo el presidente de la Comisión de Libertad de Prensa e Información de la SIP, Robert Rivard, del diario estadounidense San Antonio Express-News.
Rivard destacó que esta violencia ha llevado a los periodistas y medios a veces a practicar la "autocensura, limitando la información que llega a la población", como único medio de "garantizar su seguridad".
La SIP, con sede en Miami, denunció que, en lo que va de año, fue tiroteada la vivienda del director del diario El Debate, de Guasave, en Sinaloa; atacada con bombas molotov la residencia del director del semanario El Correo de Oaxaca, en Oaxaca, y lanzadas granadas y disparos contra las instalaciones del canal Televisa de Monterrey, en Nuevo León.