En abril de 2013, el Ministerio de Justicia solicitó por primera vez una prueba pericial en comunicación no verbal, desde la perspectiva de la sinergología. El informe sinergológico, realizado a partir del análisis del visionado de una imágenes facilitadas por el Juzgado, fue aceptado como prueba pericial, lo que supuso un hito en su desarrollo y aplicabilidad, en el ámbito judicial. En este caso sirvió para demostrar un caso de una joven afectada por la burundanga. También se usa en los casos de abusos de menores. Es decir, aunque los expertos son muy cautelosos a la hora de hablar de sus aplicaciones, la sinergología también se usa a la hora de analizar la capacidad de los directivos y también como apoyo en las entrevistas personales.
La Sinergología es una disciplina única de decodificación y análisis no verbal no consciente, que ya usan las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado (puede ser vital en muchos de los interrogatorios). Es una materia científica, rigurosa y metódica, y nos permite comprender al ser humano a partir de su gestualidad, para poder conseguir así una mayor eficacia en la comunicación, lo que lo hace especialmente útil en entornos de selección y negociación. También es una estrategia cada vez más analizada y estudiada por los asesores de los políticos. El fundador de la disciplina a nivel mundial, Philippe Turchet, da las claves de esta especialidad en una entrevista con Informativos Telecinco.
Turchet destaca la capacidad carismática de Obama con muy pocos gestos, mientras que el polo opuesto sería Trump, repetitivo y excesivamente gestual. Kennedy es un ejemplo de lenguaje gestual "se acercaba a la gente, mostraba frecuentemente también su lado izquierdo en el que los sinergólogos creemos mucho en el sentido de la relación y de la comunicación con el otro. Sus gestos eran también bastante flexibles, sin gestos rectilíneos", explica el experto. Martin Luther King era más fuerte por su voz que por sus gestos. Para Turchet los políticos son especiales, "un político que no sea expresivo en este sentido no va a poder tener éxito en política. Los políticos son una raza aparte. Ellos necesitan ser capaces de poder conseguir votos y para conseguirlos tienen que lograr convencer y para convencer hacen falta las palabras pero también el cuerpo".
Reconoce Turchet que un elemento en su vida fue vital a la hora de interesarse por la gestualidad humana para expresar sentimientos y pensamientos: su padre no solía ser muy expresivo en público. Y Turchet quería saber lo que escondían sus silencios. Rompe Turchet algunos mitos. No cree que la cara sea el espejo del alma "porque esta se refleja en todo el cuerpo". Aunque bien mirado, ser expertos en sinergología puede ser clave en el futuro para distinguir a humanos de robots. Turchet habla de una disciplina a la que ha dedicado su vida. Y rompe algunos mitos.
Es muy difícil de decir y el planteamiento no debe ser ese. De hecho no se resuelven nunca gracias a la Sinergología. Se resuelven porque hay hechos. Sin embargo, los investigadores sinergólogos formados en esta materia lo que hacen es plantear preguntas acertadas y se dan cuenta de qué hace el cuerpo de la persona en un momento determinado mientras que esta habla. Estos interrogatorios son los que les van a permitir resolver temas y de éstos tenemos casos todos los días. Por lo tanto no hay que pensar que el cuerpo responde la pregunta si no que lo que hace es dar las pistas para realizar un buen interrogatorio. Serán los hechos los que permitan resolver.
En lugar de delatar o traicionar es preferible decir traducir ya que pensamos que el cuerpo no traiciona si no que revela, pero eso va a depender de la personalidad. Hay personas que controlan muy bien qué es lo que pasa en el rostro cuando el cuerpo se mueve y otras en las que el cuerpo no se va a mover y entonces nos fijaremos más en el rostro. Es decir, no hay una determinada parte del cuerpo que destaque, aunque los seres humanos tendemos a pensar que todo pasa en los ojos, por ello tenemos tendencia a controlar lo que ocurre en esa zona. Cuando controlamos la zona de los ojos no controlamos la de la boca, que es más reveladora todavía ya que tenemos bastantes más músculos en la zona de la boca que en la de los ojos. Además la boca está estructurada en tres dimensiones: los labios pueden avanzar, pueden retroceder (lo que en Sinergología denominamos boca de ostra), mientras que los ojos no pueden retroceder y meterse en las órbitas. Por tanto, en tres dimensiones la boca se mueve más y envía sin duda muchos más mensajes. En las emociones más fuertes especialmente, va a haber muchos ítems que vamos a encontrar en la boca.
Lo que podemos decir es que cuando hablamos de los ojos, por ejemplo, ¿estamos hablando de la apertura del ojo? ¿de la asimetría de los ojos? ¿de las bolsas palpebrales que son esos pequeños músculos bajo los ojos que pueden dilatarse o contraerse? ¿del parpadeo? ¿o estamos hablando de la dirección de los ojos? Podemos encontrar solamente en la zona de los ojos y que nos puede llevar también al estado de las emociones. Los ojos pueden desvelar las emociones primarias. Cuando hablo con alguien ¿le miro a los ojos? ¿me mira él también? ¿estoy presente?. La mirada también puede ser de tipo cognitivo, ¿parpadeo? ¿estoy escuchando a mi interlocutor y parpadeo más frecuentemente? ¿o dejo de parpadear y he dejado de escuchar? Existen por tanto múltiples aspectos que hacen que no podamos circunscribir una parte del rostro exclusivamente a un tipo de fenómeno.
A esto hay que responder de manera precisa ya que existen hombres que comunican de manera bastante femenina y al revés. Pero como términos generales podemos afirmar dentro del estereotipo, es que la mujer presenta en general una tendencia mayor que el hombre a inclinar la cabeza, a abrir sus muñecas. Por otro lado los hombres cuando comunican muestran una tendencia mayor a hacerlo con la zona del ego más presente, a tratar de situarse por encima del otro y es observable en los movimientos de elevación del cuello. También vamos a poder observar mayores signos de extroversión en el rostro. Los hombres también van a tirar más de su pantalón hacia arriba para mostrar quién es el macho dominante, cosa que realizan mucho menos las mujeres que son más discretas. Un hombre para ser dominante debe estar por encima del otro, sentirse por encima, mientras que por el contrario en el caso de la mujer ésta debe ser la escuchada.
Una persona más extrovertida mira más a los ojos que un introvertido. El dominante realiza a su vez gestos más altos que el que considera “sumiso” o “inferior” con relación a él.
Depende del tipo de mentira. El problema de la mentira está en el control de la información. Si yo sé que usted no puede verificar la información que le doy porque no tiene medios para saber si lo que digo es verdadero o falso, y yo sé que no los tiene; si además yo tengo una gran confianza en mi mismo y un buen capital cultural, estoy seguro de mí mismo, me expreso bien y sé que no puede descubrir que yo miento, todo esto aumenta el riesgo de que yo sea un buen mentiroso y que se haga mucho más difícil identificar la mentira. Sin embargo, si yo siento que usted puede tener la información y que es posible que usted sepa que yo miento, ahí sí va a ser menos difícil descubrirlo, por ejemplo, aparecerán ítems que son de control. Pero no podemos afirmar que el mentiroso no mira a los ojos, de hecho lo que nosotros observamos es todo lo contrario, un mentiroso comenzará a mirar mucho más frecuentemente a los ojos, cosa que hace también un extrovertido.
Se manifiestan muchas cosas. Las pupilas se dilatan, los ojos se humedecen, las bolsas palpebrales van a tener tendencia a dilatarse, nos va a mostrar mucho más la parte izquierda de su rostro, nos va a hablar mucho más con movimientos de la mano izquierda, vamos a detectar también tendencia a avanzar hacia el otro, los labios se enrojecen… vamos a tener unos quince o veinte gestos de este tipo.
El manejar de alguna manera al otro cuando somos manipuladores lo vamos a conseguir más fácilmente a través del lenguaje verbal ya que el lenguaje corporal no lo podemos controlar. El sistema neurovegetativo es el que trabaja en este sentido por encima de nosotros. De la misma manera que no le puedo decir a alguien que pare el trabajo de su estómago, no puedo parar los mensajes fisiológicos de base. Manipular desde el lenguaje del cuerpo resulta por tanto algo extremadamente difícil ya que mientras que estamos tratando de controlar el cuerpo no podemos pensar en lo que estamos diciendo y el buen manipulador va a ser siempre alguien que va a expresarse muy bien.
En mi opinión la clave está en dejar de pensar en nuestro lenguaje corporal. El problema de fondo es que cada vez que pienso en mi lenguaje corporal, estoy en mí y dejo de estar centrado en la interacción con el otro. De todo esto nuestro interlocutor se va a dar cuenta inconscientemente. En Sinergología nosotros vamos a dar exactamente el mensaje opuesto: deja de pensar en ti y observa al otro. Observando al otro vas a entender si estás respondiendo a sus necesidades, expectativas o si, por el contrario, hay algo que no está yendo bien. Por tanto dejemos de pensar en nosotros mismos y concentrémonos en tratar de saber qué es lo que está pensando sobre lo que le estoy diciendo y ahí tendremos numerosos ítems que nos indicarán si estamos hablando como debemos o si estamos pasando por alto alguna cosa. Paremos de pensar en cómo estar y pensemos en cómo está el otro en relación con nosotros, con lo que seremos mucho más eficaces.
Sobretodo lo que opino es que hay que ser precavidos con estas herramientas especialmente si no son utilizadas por un ser humano. El lenguaje corporal es mucho más fuerte cuando se decodifica a partir de datos que son de naturaleza cognitiva. En cualquier caso si que se debe tener cuidado, ser éticos y
no construir herramientas que puedan llegar a ser intrusivas para la personalidad. La personas tienen derecho a tener miedo, sentir ira, tristeza sin necesidad de que todo ello vaya a ser analizado por un máquina. Para intentar entender al hombre no hay nada como otro hombre.
Va a depender de la persona. Va a haber personas que realizan muchos gestos para intentar hacer entender
al otro lo que está diciendo si tienen la impresión de que no están llegando a su interlocutor, para este tipo
de personas van a ser los gestos. Para la persona que está segura de sí misma van a ser los ojos, va a centrarse mucho en los ojos del otro con fuerza y va a ser el último en retirar la mirada. También vamos a
observar en determinadas ocasiones ciertos movimientos con el cuello a la hora de hacer llegar el mensaje de manera más o menos eficaz. Por tanto de nuevo se debe partir de la personalidad y no de los rasgos ya que cada personalidad va a tener su fuerza y va a presentar ítems ligados a ella.