Las normas establecidas en el decreto del estado de alarma son claras: Solo puede ir a comprar un miembro de la unidad familiar o domicilio. Tanto para desplazarse, a pie o en vehículo, como para estar dentro del supermercado. Así es la norma y así la cumple la mayoría, pero basta estar unos minutos en un aparcamiento de un centro comercial para constatar que algunos no tienen reparo en saltarse la prohibición.
No es difícil encontrarse con desplazamientos en pareja, que se justifican con situaciones que solo se se admiten en el decreto para el viaje conjunto de dos compañeros de trabajo que van y vuelven de su jornada laboral. No está permitido, lo mismo que las parejas que acuden individualmente en coches diferentes o cada uno con su carro. Solo se puede ir acompañado de menores y adultos dependientes. Y, por supuesto, se deben evitar concentraciones y conversaciones sin guardar la distancia preventiva de al menos un metro entre personas.
Asimismo, se recomienda espaciar la compra a lo largo del día y no aglutinarse a la hora de apertura del establecimiento. Se debería realizar la gestión con rapidez y agilidad, y no almacenar innecesariamente productos, ya que el suministro de productos de primera necesidad está garantizado. Se aconseja, además, pagar preferentemente con tarjeta y evitar el uso de dinero en efectivo.