El sicario arrepentido 'dispara contra todos' en el juicio de Polop aunque se ve con una diana en la espalda
El sicario narra por qué no quiso el encargo de matar a Alejandro Ponsoda y a quién se lo cedió
El testigo protegido del caso Polop ha acusado este jueves al exconcejal de Urbanismo, Juan Cano; al empresario del calzado Salvador García Ros, junto a Ariel Alberto Gatto y Pedro Jesús Hermosilla, gerente y dueño del club Mesalina y dos personas no identificadas, de proponerle "matar una persona que era el alcalde de Polop", Alejandro Ponsoda, en el transcurso de una reunión que se celebró en la sala vip de este local de alterne de Finestrat.
Sin embargo, no se ha referido a la conversación que presuntamente escuchó en un pasillo del club Mesalina sobre el asesinato de Ponsoda y que figura en el sumario. Sí ha confirmado que un amigo le comentó que "el trabajo lo habían realizado Radim Rakowski y Robert Franek, pero que no les habían pagado", en referencia a los dos acusados de ser los autores materiales del crimen. Ponsoda falleció en el hospital días después de ser tiroteado, el 19 de octubre de 2007, a las puertas de su vivienda en la pedanía de Xirles.
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"Trabaja en cuestiones de extorsión y seguridad"
El testigo, que ha reconocido que trabajaba sin horario fijo en el club Mesalina en cuestiones relacionadas con "extorsión y seguridad", ha descrito minuciosamente en su declaración en la Audiencia Provincial, protegido por un biombo, que una noche de septiembre de 2007, sobre las tres de la madrugada, los presuntos instigadores del asesinato de Ponsoda le dijeron que tenían un trabajo para él, a lo respondió que no estaba "interesado" y ha negado, a preguntas de las defensas, que no aceptara el encargo "por un desacuerdo en el precio".
Según el testigo protegido, a las tres semanas fue llamado a una segunda reunión, en la que tan solo participaron el gerente y el dueño del club Mesalina, y en la que le "ofrecieron 35.000 euros". En su declaración, ha reconocido que les sugirió una posible forma de pago: "Se abonarían en un anticipo 20.000 euros y pagos de 1.000 euros en 15 cuentas diferentes".
A preguntas del Ministerio Fiscal, el testigo ha asegurado que, ante su negativa, los presuntos inductores le preguntaron si conocía a alguien que pudiera cometer el asesinato, a lo que ha respondido que les dio "los nombres de Radim Rakowski y Robert Franek", a lo que ha añadido, que no quiso "saber nada más". y ha concluido que "pese a que había rumores de que lo habían hecho ellos, no puedo confirmarlo".
El testigo protegido, que ha trabajado como mercenario en África durante décadas, ha negado haber sido confidente de la Guardia Civil de la Vila Joiosa, con la que asegura "no tuvo ningún trato". Niega haber recibido algún trato de favor y ha asegurado que lo único que ha ganado "es salir de este juicio con una diana en la espalda".
Afirma que ha sido amenazado en múltiples ocasiones y que ha tenido que "cambiar de domicilio ocho veces" e incluso que le recomendaron a su entonces abogada, que "cambiara la declaración porque me iba a pasar algo".
Benidorm "es un inframundo"
En cuanto a los detalles de su declaración, ha explicado que no fue suya la iniciativa de declarar porque "hay que tener cuidado en Benidorm con quién se habla". Es un "inframundo", ha dicho. Asegura que testificó después de que dos agentes de de la UCO le interrogaran en el club Mesalina. "Contesté lo que sabía y dos días después firmé una declaración ante los dos agentes de la UCO", que llegaría al juzgado de la Vila Joiosa, ha explicado.
Ha confirmado que Juan Cano, al que llamaban "el director", era un asiduo de la sala Vip, "a donde acudía a comprar gramos de cocaína". Asegura que Salvador Ros también acudía habitualmente en 2007 al club porque tenía una relación sentimental con una camarera y que era amigo de los jefes. En cuanto a Raúl Montero, no lo conoce en persona y sí ha confirmado su amistad con Radim Rakowski y Robert Franek, con quien trabajó como portero en 2008.
El Ministerio Fiscal y acusación particular solicitan 25 años de cárcel para los inductores e instigadores del asesinato y otros 25 para los presuntos autores materiales de los disparos que acabaron con la vida de Ponsoda, más dos por tenencia ilícita de armas. Las defensas de los siete acusados piden la libre absolución.
Las hijas del asesinado acusan a Cano de acosar a su padre
Cano también ha sido señalado por las hijas de Alejandro Ponsoda, el alcalde de Polop asesinado en 2007 a las puertas de su casa, han asegurado este jueves en la Audiencia Provincial que el sustituto de su padre en el consistorio y acusado de instigar el crimen, Juan Cano, acosaba psicológicamnete a su padre. De hecho, una de ellas ha afirmado que sometió a su progenitor a una continua "presión psicológica" en las Juntas de Gobierno del Ayuntamiento, en las que le insultó y le vejó con frases como "come mierda", "no vales para nada", "solo vales para ir a misa", "no te quieren ni tus hijas" o "no te quiere ni el pueblo".
Esta hija, que sigue trabajando en el Ayuntamiento, ha explicado que en 2016 Juan Cano se acercó su puesto de trabajo y le insultó diciéndole: "A tu padre le han matado porque era un maricón" al tiempo que le espetó que padecía sida y mantenía relaciones sexuales sin preservativo.
Las dos hijas de Ponsoda han afirmado que vivieron varios episodios de enfrentamiento entre Juan Cano y su padre, entre otras, por cuestiones relacionadas con el puesto de trabajo en el Ayuntamiento de una de ellas, al negarse a firmar su contrato en la fecha límite y firmarlo un día después, "para que mi padre fuera detrás de él como un perrito faldero.
Una de ellas, a preguntas de la defensa de Juan Cano, ha declarado que el 22 de octubre de 2007 aseguró ante la Guardia Civil que su padre había recibido amenazas por parte de un matrimonio francés, a raíz de una expropiación de terrenos en el pueblo, con frases como "si me tocas el terreno va a correr la sangre" o "a partir de ahora vas a tener problemas". Ambas han afirmado, además, que en la lista de enemigos del alcalde que la Guardia Civil les solicitó no figuró el nombre de Juan Cano.
La hija pequeña del alcalde ha explicado que, en 2007, la lista electoral no le gustaba a Ponsoda pero le obligaron a presentarse porque "era muy querido y ganaba con mayoría absoluta". Además, ha relatado que, ya en 2003, el PP de Alicante llamó a Ponsoda y que a su vuelta le comentó que no podía "defender lo indefendible", en alusión a las grabaciones en donde presuntamente Cano extorsiona a un empresario.
Por su parte, la hija mayor, que ha relatado que escuchó tres detonaciones la noche del asesinato de su padre, ha asegurado que no encontró en Juan Cano ninguna empatía ni en el hospital ni en ningún lado. Respecto a los 3.000 euros en efectivo que les dio el entonces teniente de alcalde de Polop para poder hacer frente a los gastos, ha afirmado que les dijo que "ya se lo devolverían".
Por otra parte, ha declarado un matrimonio de Xirles que acudió al domicilio de Ponsoda, tras ser avisado por el padre de la víctima de que había sido tiroteado . Según su versión, estaban terminando de cenar - en una vivienda ubicada a 50 metros del escenario del crimen--, oyeron dos o tres "petardazos" y pasos corriendo de varias personas, "que atribuimos a los niños del pueblo", han declarado. Ambos han confirmado que no escucharon ni vieron ningún vehículo.