Sergio conoció a Celia, su ahora exnovia, en la empresa donde trabajaban. A sus 29 años vivía con ella y Mimi en Villanueva de la Torre. Quienes les conocían aseguran que el joven se llevaba realmente mal con la amiga de su novia. La familia de Mimi espera que se derrumbe y confiese su móvil.
Hasta su detención esta semana, Sergio, acusado del asesinato de Mimi, Miriam Vallejo, era un chico normal de 29 años que se había vuelto a casa de sus padres, Celia. Los tres vivían juntos.
Había vuelto donde estaban sus amigos y donde había ido al instituto. Según quienes lo conocían aseguran que tras el asesinato de Mimi, él hacía su vida de siempre en Azuqueca de Henares, Guadalajara. Solía salir con sus amigos e iba a pescar. Era un gran aficionado a este deporte que practicaba desde siempre con su hermano.
Su familia, según cuenta ABC, está muy sorprendida de su detención. Creen en su inocencia porque aseguran que apreciaba a Mimi. Sin embargo, otras fuentes apuntan a que la relación entre ambos era muy mala.
La familia de la víctima está también perpleja por su detención e indignada porque el presunto asesino estuvo en el funeral. “Tuvo la poca vergüenza de venir al tanatorio a velar a Mimi y a su funeral”, recoge un testimonio del citado diario.
Mimi, Sergio y su novia, Celia, vivían juntos en Villanueva de la Torre. Sergio y Celia se conocieron en la empresa en la que ambos trabajaban de reciclaje de pilas, donde él era técnico, de Azuqueca.
La familia de la víctima solo espera que en algún momento el presunto asesino, que hoy ha pasado a disposición judicial, se derrumbe y confiese el móvil.