El séptimo encierro de los Sanfermines ha sido rápido, encabezado por los astados y con tres heridos
Los astados han encabezado el encierro casi desde el principio
La carrera ha durado 2 minutos y 12 segundos, siendo la más rápida del año
Los toros de la ganadería de La Palmosilla (Cádiz) han debutado este sábado en los encierros de San Fermín con una carrera veloz, la más rápida de las fiestas hasta ahora, y con los astados encabezando el encierro prácticamente desde el inicio, a diferencia de lo que ha ocurrido en los días precedentes. No ha habido heridos por asta y se han producido tres traslados por contusiones al Complejo Hospitalario de Navarra.
Uno de los trasladados es C.A.R., residente en Valencia, de 38 años, que ha sufrido una contusión torácica en la plaza de toros. Su pronóstico es menos grave.
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Otro de los trasladados es D.T.M., vecino de Ansoain de 43 años, que ha resultado policontusionado en la cuesta de Santo Domingo, en la zona del mercado. Su pronóstico es reservado.
Por último, ha sido trasladado al Complejo Hospitalario I.J.M., vecino de Sarriguren de 42 años, con pronóstico leve por un traumatismo craneal que ha sufrido en Estafeta.
El séptimo encierro ha durado 2 minutos y 12 segundos y ha contado con más corredores al coincidir en fin de semana. Tras los tres cánticos a San Fermín, el encierro ha comenzado a las 8 de la mañana desde los corrales de Santo Domingo, con los cabestros saliendo en cabeza y tras ellos los seis toros. La manada ha arrollado a un mozo que estaba caído en medio de la calle.
En seguida, uno de los astados de La Palmosilla se ha adelantado a los cabestros y ha comandado el grupo a fuerte velocidad por la cuesta de Santo Domingo. Otros dos toros se han unido a él en la cabeza del encierro y han seguido a buen ritmo por el tramo del Ayuntamiento y Mercaderes, con un comportamiento noble ante los mozos.
La manada ha llegado muy estirada a la curva de Mercaderes, donde ha pasado por encima de un mozo caído. Al tomar los tres toros de cabeza el giro muy por el exterior, el grupo se ha vuelto a compactar y ha enfilado unido la calle Estafeta, aunque los toros seguían en cabeza, lo que ha permitido a los corredores situarse delante de las astas con más facilidad, a diferencia de lo que había ocurrido en días anteriores.
Sin embargo, la velocidad de la carrera ha puesto en apuros a algunos mozos. Un corredor que corría delante de los astados se ha visto rodeado y sin opciones de salir de la cabeza del grupo, hasta que finalmente ha sido arrollado.
Las caídas se han repetido a lo largo de toda la Estafeta, en la que la manada se ha ido estirando, con dos toros encabezando el grupo, seguidos de los cabestros y otros dos toros, y el grupo abriéndose al final, permitiendo que los mozos también pudieran correr delante de los dos últimos astados.
La carrera ha seguido en la misma línea en Telefónica y en la bajada al callejón, y la manada ha entrado agrupada a la plaza de toros, dirigiéndose a los chiqueros sin mayores incidencias.