La sentencia dictada contra los miembros de ‘La Manada’ por la cual se les condena a nueve años de prisión por un delito de abuso sexual, desestimando la violación, ha levantado a la sociedad en una protesta masiva desde múltiples sectores y espacios.
Reforzando el grito repetido en numerosos rincones de España del ‘Hermana, yo sí te creo’, en referencia a la víctima, desde las Carmelitas de Hondarribia las monjas de la localidad guipuzcoana también han manifestado su indignación por el caso.
“Nosotras vivimos en clausura, llevamos un hábito casi hasta los tobillos, no salimos de noche (más que a Urgencias), no vamos a fiestas, no ingerimos alcohol y hemos hecho voto de castidad. Es una opción que no nos hace mejores ni peores que nadie, aunque paradójicamente nos haga más libres y felices que a muchos y muchas. Y porque es una opción libre defenderemos con todos los medios a nuestra alcance el derecho de todas las mujeres a hacer libremente lo contrario sin que sean juzgadas, violadas, amedrentadas, asesinadas o humilladas por ello”, denuncian a través de Facebook, antes de finalizar:
“Hermana, yo sí te creo”.
En declaraciones en el programa ‘Boulevard’, de Radio Euskadi, la hermana Patricia, quien publica el mensaje en la red social, ha explicado que lo ha escrito porque “es uno de los medios al alcance para expresar nuestra solidaridad; con esa mujer en concreto y también con todas las mujeres que tienen que pensárselo dos veces antes de cruzar una calle a oscuras, antes de ir solas a casa, y que tienen que hacer planes para saber con quién vuelven, cuándo vuelven y cómo vuelven… y que encima tienen que sentirse amenazadas”,
"Hay muchas cosas que nosotras tampoco sabemos, pero sí que pensábamos que desde nuestra posición, que es una posición de alguna manera transversal, es importante también decir: esto no es una reivindicación de una pocas. Yo creo que es una reivindicación de toda la sociedad, y nosotras que estamos aquí en clausura y que no salimos por la noche, también nos sentimos amenazadas y también nos sentimos implicadas en esto y en todo lo que atañe en el fondo a una injusticia", ha señalado.
En este sentido, ha dicho no entender la sentencia, que absuelve a los cinco acusados de un delito de agresión sexual: “Para mí y para nosotras lo que no se entiende es que esto se califique como se ha calificado y no como una agresión, que es lo que cualquiera de nosotras sentimos simplemente con escucharlo”, ha recalcado.
Asimismo, ha asegurado que también las monjas "forman parte de esto, en primer lugar por ser mujeres, y por todas las mujeres que nos rodean y nos importan, y simplemente por ser personas". "Esto no es una guerra entre hombres y mujeres. Esto es algo que no se puede admitir. No se puede aceptar que se cometa una atrocidad de éstas y la que sea juzgada, condenada y humillada públicamente sea la víctima", ha concluido.