Dos de los acusados tiraron de ella de manera sorpresiva para meterla en el portal donde los cinco la rodearon en un lugar recóndito y angosto. Según la sentencia, CREARON UNA ATMOSFERA COACTIVA y se prevalieron de la superioridad numérica y física. Ella se sintió impresionada, bloqueada y sin oponer resistencia se sometió a PRÁCTICAS SEXUALES SIN SU CONSENTIMIENTO. “Los procesados aprovecharon esa situación para realizar con ánimo libidinoso actos de naturaleza sexual actuando de común acuerdo”.
Por eso la condena de abusos sexuales con prevalimiento; 9 años de prisión, cinco de libertad vigilada y 15 de alejamiento con una indemnización de 50.000 euros, una quinta parte de los que ella pedía.
Ella cerró los ojos, tenía el rictus ausente y expresó gritos de dolor; estaba atemorizada, mantuvo una ACTITUD PASIVA DE SOMETIMIENTO influida también por el alcohol. “LAS IMAGENES REFLEJAN SOMETIMIENTO Y SUMISIÓN nada que ver con el disfrute”. La trataron como un mero objeto, buscando su exclusivo placer, pero SIN VIOLENCIA Y SIN INTIMIDACIÓN. Por eso los dos magistrados no consideran la agresión sexual que habría duplicado la condena.
Todo lo contrario opina el juez que ha hecho el voto particular y pide la absolución. Ve sexo en un AMBIENTE DE JOLGORIO Y REGOCIJO. La joven, dice textualmente, muestra una expresión relajada: "No sintió asco ni incomodidad”. Donde sus compañeros ven sufrimiento él ve una simple escena de sexo entre desconocidos en un rellano. Considera que ha habido un juicio paralelo y la condena es fruto del linchamiento social.