El uso de las mascarillas para evitar contagios de coronavirus en España es obligatorio desde el jueves 21 de mayo. Tres meses después de que se decretase el estado de alarma por la pandemia el Gobierno cambió de postura y la impuso a las personas mayores de 6 años. Frente a la escasez de las primeras semanas, las existencias de mascarillas están garantizadas para toda la población y su precio regulado por el Gobierno, pero ¿sabemos cuando cambiarla?
La edición británica de The Huffington Post ha consultado con un experto en enfermedades infecciosas, un dermatólogo, un médico y un especialista en tratamiento de tejidos para conocer las señales que nos indican que nuestra mascarilla de tela ha de ser cambiada.
Los expertos se han centrado en las mascarillas comerciales que muchos de nosotros simultaneamos con las quirúrgicas para combinar con nuestra ropa o con nuestro estado de ánimo. Estos son los consejos de los especialistas.
La función de las mascarillas es la de impedir que los virus entren en contacto de con las mucosas de la boca y la nariz, para ello es necesario que estén bien ajustadas. Si las tiras de tela elástica que las mantiene apretadas contra la cara están cedidas, desgastadas o rotas ya no cumplen su función por lo que hay que desecharlas y comprar una nueva.
El segundo elemento en importancia de las mascarillas es la propia tela con la que están fabricadas. Hilos sueltos, enganchones en el tejido, rotos o zonas visiblemente desgastadas nos indican que es momento de renovarlas.
Hay que tener en cuenta que la suma de la tela más el filtro es lo que impide que los virus entren en contacto con nuestra piel y nuestras mucosas por lo que cualquier fallo en estas barreras las convierte en vulnerables y nos exponen a un riesgo innecesario y, en algunas ocasiones, mortal.
Las mascarillas manchadas denotan dos problema serios que ponen en duda su nivel de protección. En primer lugar pueden indicar que ya llevan mucho tiempo en uso por lo que es necesario cambiarlas. Y, en segundo lugar, es sabido que los líquidos rompen la barrera protectora de la tela permitiendo no solo la entrada de virus sino, lo que es peor, su exhalación como aerosoles.
Como hacemos con cualquier prenda de moda que nos compramos, siempre hay que mirar las instrucciones del fabricante sobre la forma de lavado. Por eso es importante asegurarnos que estamos comprando un producto homologado por las autoridades sanitarias y que cuenta con explicaciones sobre su manejo.
Los expertos aconsejan que en el caso de dudas es mejore siempre hacerlo a mano que en lavadoras. También invitan a comprar redecillas especiales para meterlas en la lavadora separadas del resto de ropa.
Las autoridades sanitarias y los fabricantes no se cansan de informar de que las mascarillas tienen una vida útil y más allá de ese tiempo pierden eficacia en su labor de protección.
En el caso de las masacrillas de tela esta barrera suele estar situada en los 30 usos o 30 lavados.
Cuando mayor calidad tenga el producto más se acercará a esta cifra por loq ue en el caso de que no tenga claro si cumple todos los protocolos sanitarios necesarios lo mejor es que se apresure a renovarla antes de ese plazo.