Es la segunda vez en menos de un año que Tarragona tiene que activar el plan de protección por accidentes químicos. En mayo hubo una fuga en una fábrica similar y murió un trabajador. Se trata de una industria sensible que requiere grandes medidas de seguridad y aún más, si estas se encuentran en lugares cercanos a viviendas como es el caso ocurrido en La Canonja en el día de ayer.
Hace menos de un mes, en Barcelona, se produjo el desalojo masivo de un polígono industrial. Una explosión que se produjo en una decena de tanques con productos altamente peligrosos. En Paterna, otra explosión espectacular con 5 mil desalojados. Son siniestros en empresas que manipulan sustancias peligrosas. Por eso, conocer cuáles son y en qué cantidades se almacenan, son requisitos fundamentales en un plan de emergencias.
En el barrio de la Pescadería de Huelva, que está situado al importante Polo Químico, los vecinos viven algo más preocupados desde lo acontecido ayer, y es que la ley no marca distancias mínimas con la población, aunque sí da recomendaciones. Se sugieren distancias adecuadas y se otorgan o no nuevas licencias en función de los riesgos. Los efectos de la explosión de ayer en La Canonja pueden ser catastróficos porque la planta que explotó está a escasos metros de las casa de la ciudad de Tarragona.
Los planes de emergencias tienen que reflejar cómo se activan las alertas y el sistema de evacuación de la población. Durante el día de ayer se pidió hasta a 7 municipios que los vecinos se confinaran en sus casas.