Las secuelas de la pandemia por coronavirus también se visualizan en materia de seguridad ciudadana. Las fuerzas de seguridad del estado ya alertaron de la posibilidad de que aumentaran los delitos contra la propiedad.
En la localidad barcelonesa de Mataró, los vecinos se han tenido que organizar para patrullar las zonas más conflictivas. Así han dejado el comercio de Pepita después de un robo nocturno. El de Pepita no es un caso aislado. Los vecinos denuncian que con la desescalada ha aumentado la delincuencia.
Dicen que no hay suficiente policía... Y ante esta situación han decidido actuar. En pequeños grupos patrullan las calles de la ciudad. Entienden que no son policías y lo que pretenden es colaborar. Desde el Ayuntamiento indican que la seguridad ciudadana es competencia policial.