Exmiembros de sectas religiosas han denunciado ante la policía que varias sectas se están aprovechando del Camino de Santiago para captar adeptos entre peregrinos que estén abiertos a conectar o en proceso de búsqueda de identidad o superación personal.
Estas organizaciones clandestinas son conscientes de que muchas de las personas que recorren los tramos de la peregrinación sufren o han sufrido una fractura emocional, especialmente a causa de la pandemia. El 80% de quienes logran capturar en sus filas tienen estudios superiores. Cualquier persona es propensa a caer en las redes de una secta.
El psicólogo Miguel Perlado explica que es frecuente que estos grupos aprovechen el Camino de Santiago para ofrecer a los peregrinos "participar en reuniones, en lecturas de textos o en grupos de autoayuda", que con el tiempo "resultan ser grupos que ejercen elevados niveles de control".
También están en alza otras temáticas que "tienen que ver con movimientos sanadores, pseudoterapéuticos, en casos negacionistas. Y también los de corte comercial o de negocio, aprovechando las situaciones tan difíciles a nivel económico y familiar consecuencia de la pandemia”, señaló Perlado a 'El Independiente'.