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El presunto autor del asesinato a tiros de un hombre de 46 años este miércoles en el distrito madrileño de San Blas-Canillejas, disparado en su coche tras sufrir una emboscada de dos vehículos, se ha entregado en la Comandancia de la Guardia Civil de Sevilla. Lo ha hecho unas horas después del asesinato y, según han informado a Efe fuentes de la Jefatura Superior de la Policía de Madrid, movido por la presión policial.
El hombre detenido tras entregarse esta madrugada en la Comandancia de la Guardia Civil de Sevilla, donde ha confesado haber matado a tiros ayer a un hombre en la plaza de Alsacia de Madrid, es familia política de la víctima y ambos habían reñido por la dote de la hija del fallecido, han informado a Europa Press fuentes de la investigación.
El arrestado es Antonio Vargas y el fallecido, Joaquín Jiménez. La hija del segundo se acababa de separar de un chico de la familia Vargas porque supuestamente este la maltrataba. Por ello, Joaquín acudió a su casa para reclamarles el dinero de la dote, más de 10.000 euros, que había entregado a los Vargas por el casamiento, una tradición machista que aún pervive entre algunos clanes gitanos.
En las visitas, ninguna de las dos partes habían llegado a ningún acuerdo, incluso se habían lanzado continuas amenazas de muerte, que ayer cumplieron. De hecho, todo apunta a que planificaron una emboscada para matar a Joaquín, del clan de los Milagrones, siguiéndole en dos vehículos.
La víctima, de 46 años, tiene varios antecedentes, uno de ellos por homicidio, según han confirmado a Europa Press fuentes policiales. Y es que fue detenido hace 20 años acusado de matar junto a sus hermanos a dos personas del can de los Gallegos, en el antiguo poblado de Las Mimbreras, por un conflicto en el reparto de puntos de venta de drogas en la zona. Sin embargo, fueron absueltos cinco años después por la Audiencia Provincial de Madrid tras acreditarse las coartadas de los acusados.
El suceso ocurrió en torno a las tres de la tarde de este miércoles en el cruce de la avenida de Guadalajara con la glorieta de Alsacia, donde, según varios testigos, un coche embistió al que conducía el fallecido, que viajaba solo, en el semáforo de acceso a la rotonda, junto a un centro comercial. Instantes después, un tercer coche, presuntamente de acuerdo con el anterior, se cruzó por delante del vehículo de la víctima, y uno de sus ocupantes le disparó al menos en cinco ocasiones. El hombre murió prácticamente en el acto.
Los ocupantes de los dos coches implicados huyeron rápidamente del lugar. Por su posición, varias cámaras de seguridad pudieron recoger la sucesión de los hechos.
La Policía Nacional maneja el ajuste de cuentas como principal hipótesis de un asesinato que está investigando el Grupo de Homicidios de la Brigada Provincial de Policía Judicial de Madrid.