Las principales causas del averías son la falta de inversión en infraestructuras, el aumento de la vida útil del vehículo y la falta de mantenimiento. Estas pueden ocasionar problemas de radiador, embrague, correa de distribución, etc., según Real Automóvil Club de España (RACE). Entre las piezas y las averías más usuales se encuentran las siguientes:
La batería es la principal avería en vehículos, ya que es una pieza de la que no estamos continuamente pendientes. RACE publicó un barómetro el año pasado en el que destaca que unas 165.000 asistencias se debían a este elemento, el doble que la segunda avería. Esto se debe a que la batería no va a aguantar tanto como el vehículo, ya que su vida oscila entre los tres y cinco años.
La segunda avería más habitual está causada por los neumático, con casi 79.000 incidencias. Una gran parte de estos casos se deben al reventón de los neumáticos. Para evitarlo, debemos tenerlos en la presión correcta, que depende del fabricante y debemos consultar antes de ajustarla.
Al ser un elemento importante en el vehículo cuyo desperfecto puede provocar terribles consecuencias en la carretera, como accidentes de tráfico, la ITV ha intensificado su control sobre los neumáticos, realizando una inspección más exhaustiva por una nueva medida que entró en vigor en febrero.
Muchas de las averías se producen por un golpe o accidente, de mayor o menos gravedad. Más de 45.000 fueron las averías producidas por accidentes durante el año pasado. El factor humano es el más importante en este caso.
El motor es una de las averías más preocupantes en los vehículos a pesar de ser la cuarta más habitual, situándose en 2017 con más de 43.000 incidencias. El meticuloso mantenimiento del motor y la complejidad por el gran número de piezas hacen que sea fácil su avería. Entre las causas más usuales están la mala refrigeración, desperfectos en las bujías, mucho gas de escape, etc.
Es el mayor terror del conductor de un vehículo diésel, ya que la reparación de la inyección tiene un coste elevado. Los principales síntomas son el descenso de la potencia del vehículo, tirones, mucho humo negro saliendo del tubo escape, entre otros.
Las averías por bombas de agua junto a las anteriores, inyecciones diésel, han alcanzado los 28.654 casos de incidencias durante 2017. Las bombas de agua es uno de los pocos elementos que ha aumentado el número de averías desde el año pasado a este.
Es importante tener controlado este sistema ya que puede afectar al motor. Para ello debemos tenerlo en el mantenimiento preventivo de los vehículos y refrigerar bien para que el sistema de refrigeración y la bomba de agua estén correctamente funcionando.
Además de las anteriores averías, hay otras que también producen un gran número de incidentes, aunque no tantas. Entre ellas están la caja de cambio, el alternador, el motor de arranque, y el cable y disco de embrague.