Células muertas, cremas, maquillaje y sudor es lo más habitual en las sábanas y las almohadas, por lo que los especialistas recomiendan lavarlas al menos una vez a la semana.
Según Maeve Richmond, si alguien está enfermo, o si duerme desnudo o hace mucho calor, la frecuencia del lavado debería ser mayor de las recomendada semanalmente. Además, añade que las toallas de mano deberían ser cambiadas cada dos o tres días ya que son muchas las personas que las usan y suelen estar ubicadas en zonas expuestas a gérmenes.
En lo que respecta a otros objetos, como las almohadas y las cortinas se pueden lavar un par de veces al año y para evitar hacerlo se les puede pasar un aspirador.
Finalmente, Las colchas, edredones y fundas nórdicas como no entran en contacto con la piel no es necesario lavarlos más de dos veces al mes, según publica el portal T13.