A diferencia de lo que se cree, la fruta engorda. Esto se debe a que estos alimentos contienen grandes cantidades de fructosa, un tipo de azúcar. Es por eso que los dietistas recomiendan que comamos estos alimentos con moderación y que nunca lo hagamos a la hora de la cena, ya que entonces no podremos quemar estas calorías. Por el contrario, es muy recomendable comer una pieza de fruta por la mañana ya que, además de que es un aporte energético muy importante, el metabolismo trabaja mucho más rápido.
Otra creencia que tenemos sobre la fruta es que es muy buena como postre porque nos ayuda a hacer la digestión. Al contrario, la fruta después de haber ingerido otros alimentos puede fermentarse en el estómago y alargar el proceso digestivo. Lo que se debe hacer, según recoge la revista Estética y Salud, es mejor comerla antes o ingerirla en otros momentos del día, como media mañana. Además, esto ayudará a que nuestro cuerpo absorba mejor los nutrientes que nos brindan las frutas.