Según las fuentes consultada por el medio gallego, Porto fracasó en su intento de quitarse la vida usando un cordón de su sudadera durante el momento de la ducha.
Rosario estaría atravesando un bache psicológico que la habría hecho variar pautas de comportamiento que eran normales en ella. Las sospechas por parte de los funcionarios facilitó el que se actuase con diligencia una vez que la condenada se arrepintiese de su intento de quitarse la vida y gritara en demanda de auxilio.
La rápida intervención del personal y de la reclusa de confianza asignada para evitar precisamente episodios como este hizo posible auxiliarla sin que su vida corriese peligro.
Instituciones Penitenciarias reconoce un "incidente" "incidente" el pasado 12 de noviembre con Rosario Porto pero ha rehusado calificarlo como "suicidio".
Cree que lo ocurrido ese día se ha tratadode una "llamada de atención" de la reclusa por lo que ha procedido a reforzar el protocolo antisuicidio en el que está integrada.
No es la primera vez que Rosario Porto ha intentado quitarse la vida. Ya lo intentó en febrero de 2017 cuando tuvo que ser trasladada de urgencia en ambulancia al Complejo Hospitalario Universitario de A Coruña (CHUAC) después de aparecer desmayada en su celda de la cárcel de Teixeiro (A Coruña) tras ingerir varias pastillas, coincidiendo con el día en que iba a ser trasladada de prisión, para cumplir condena en la de A Lama, en Pontevedra.
Y antes, mientras esperaba el inicio del juicio oral, Rosario ingirión también pastillas intentando así quitarse la vida.
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