Llora mientras recuerda sus pérdidas, no son cosas de valor económico, sino peor: sentimental, de corazón. Su falta la llena de pena. Rosario se convirtió a su pesar en noticia al verse desahuciada por error a sus 97 años en L'Hospitalet de Llobregat (Barcelona). Aún sufre las secuelas de haber llegado a su casa y verla totalmente vacía sin los tesoros que más apreciaba: el libro que estaba escribiendo de su vida (uno de sus grandes consuelos y que escribía de madrugada), su mantilla, esa que le regaló su madre para ella y para las nietas que tuviera en el futuro y las fotos de su familia. Siempre fue su gran temor, no encontrar sus pertenencias y eso fue lo que ocurrió . El dinerillo que tenía guardado, que tampoco ha aparecido, le importa menos. Rosario no para de darle vueltas, pero sabe que lo hubiera dejado donde lo hubiera dejado no lo habría encontrado porque la casa se la encontró vacía. Sin nada. Ni lavadora ni nada de nada.
"Venir aquí y no ver mis cosas me cuesta mucho. Tengo un bajón que no sé si lo podré superar", explica al borde del llanto Rosario, que reconoce a Informativos Telecinco que no duerme, que no se le va de la cabeza lo ocurrido y que le dan las cuatro de la mañana sin pegar ojo. Se pasa la noche llorando y luego me digo échate un ratico.
Lo que más añora Rosario es "el libro que estaba escribiendo" y el único retrato que tenía de su marido. Solo tiene ese como esa mantilla que le regaló su madre. En el libro estaba volcando una vida con seis hermanos, que pasaron hambre, que vivieron penurias. Con unos padres enfermos. El dolor de Rosario no cesa porque ha recuperado su casa, que siempre pagó puntualmente, sino que no recupera sus cosas. Reconoce que la alcaldesa de la localidad le regaló una cama.
"Que no se hayan llevado mi libro". Esta era la principal preocupación de Rosario el día que entró por primera vez en su casa tras enterarse de que la habían desahuciado por error mientras pasaba unos días en casa de su hijo, tal y como ha reconocido el mismo Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TJSC), que responsabilizó al representante de la propiedad por indicar incorrectamente el inmueble.
Rosario recuerda que se fue "derechica" a la cama de la habitación de invitados donde escondía el libro que le regaló su familia al cumplir 90 años y que llevaba siete años escribiendo. Pero allí no había nada, ni libro ni cama. La habitación estaba prácticamente vacía.
"No nos han dicho nada, todavía no han contestado. Tienen que saber a dónde han llevado esto, es lo que quiero, que me lo den. Que esas personas tengan corazón", suplica la anciana, en referencia al propietario que solicitó el desahucio, que tras más de una semana desde los hechos aún se niega a facilitar el contacto de la empresa que vació el piso.
Además de los electrodomésticos y otros bienes "sustituibles" y el 'insustituible' libro de memorias, también se llevaron otros objetos personales como fotografías de su boda, la mantilla nupcial de su madre, joyas o dinero en efectivo que guardaba por la casa.
"Cada vez que venimos al piso se hunde. Lleva noches sin dormir y dice que no sabe si se podrá recuperar. Esperemos que podamos sobrellevarlo todos", explica preocupado su hijo, Emiliano. Llevaba siete años escribiendo el libro. Allí explica cosas que nosotros desconocemos, se lo regalamos pensando en que cuando falte serían unas memorias para nosotros. Ella lo escondía para que nadie lo viera y nunca nos lo enseñaba", relata el hijo, que explica el esfuerzo que está haciendo toda la familia para recuperar todos los enseres, especialmente el libro.
Campañas en redes sociales, apariciones en los medios de comunicación, visitas al mercado de Els Encants de Barcelona o a tiendas de segunda mano, son algunas de las acciones que está llevando a cabo la familia para localizar las pertenencias de Rosario.
"Es una impotencia. Hay una cantidad de gente moviéndose para esto, cuando realmente la clave la tienen unos señores que no quieren decir quiénes son los que han intervenido aquí. No hagamos perder el tiempo a cientos de personas que de buena fe están trabajando para ayudarnos, o sea, patético", lamenta Emiliano, que reclama saber la verdad sobre el destino de los objetos aunque no se puedan recuperar.
Por su parte, el abogado de la familia, Jesús Rodríguez, subraya que se ha puesto en contacto "tres o cuatro" veces con la propiedad, a través de su bufete de abogados, sin obtener "una respuesta adecuada a la legítima reclamación".
"Echamos en falta un poco de solidaridad, un poco de humildad, de reconocer el error cometido y de, como mínimo, pedir disculpas", señala el abogado de la familia, que por el momento solo ha recibido el apoyo de la alcaldesa de L'Hospitalet, Núria Marín, y las "curiosas" disculpas de la familia que verdaderamente iba a ser desahuciada, aunque no tuvieron ninguna responsabilidad en el error. Por el momento, el abogado ha explicado que han iniciado una reclamación contra la propiedad por la "vía amistosa", pero que tomarán todas las acciones que sean precisas, incluida la reclamación judicial.
Al respecto, el letrado apunta a algunas irregularidades en el acta de desahucio, pues en ella consta, y así lo firmaron los miembros de la comitiva presentes en el lanzamiento, que en la vivienda no había "bienes muebles de clase alguna a señalar", cuando realmente estaba totalmente amueblado y era habitable.