Los agentes de la Guardia Urbana Rosa Peral y su amante, Alberto López llevan dos años en prisión provisional por su implicación en el asesinato del novio de la mujer. La víctima, Pedro R, que era compañero de trabajo de ambos, fue hallado calcinado en un camino cercano al pantano de Foix.
La justicia tendrá que determinar si Rosa P. fue la ejecutora material del crimen ayudada por el hombre con el que mantenía una relación sentimental a escondidas. Ante la juez, la acusada sólo asumió que ayudó al otro agente, Albert L., a deshacerse del cadáver de su novio, porque se sentía amenazada.
El asesinato, presuntamente cometido por la novia del agente y el examante de ella (los dos, policías del cuerpo), se encuentra en la fase final de la instrucción.
Los Mossos sospechan que la antigua patrulla de la Urbana mató a Pedro R y luego trasladó su cuerpo a una zona boscosa cercana al pantano de Foix, donde lo quemó. La policía no tiene dudas de que Rosa Peral tuvo alguna implicación en el suceso y fue ayudada por el también detenido Alberto López, con el que la mujer mantenía una relación sentimental.