Seleccionan una casa y se cuelan como pueden: burlando vallas, saltando de azotea en azotea o trepando por las paredes como dos murcigleros de Almería que han sido recientemente detenidos después de ser sorprendidos en el acto. Se equivocaron de casa y el propietario les pilló cuando perpetraban el delito. Inmediatamente echaron a correr, pero una cámara situada en las inmediaciones captó e inmortalizo el instante, que ha servido para el arresto de ambos.
Robos similares se repiten continuamente durante los meses de verano, cuando la gente empieza a irse de vacaciones dejando sus casas vacías.
Por eso, destacan los expertos, conviene tomar precauciones para evitar robos. “El ideal de la seguridad”, subrayan, “es el que combina elementos físicos con elementos electrónicos”. Vallas, puertas blindadas o alarmas son una ayuda, pero siempre hay opciones más rudimentarias, como pedir a alguien que nos recoja el correo, subir y bajar persianas, dejar alguna luz encendida o programada… Todo con el objetivo de hacer que la vuelta de las vacaciones no sea aún más dura.