La DANA dejó en Cataluña innumerables destrozos, especialmente en los municipios atravesados por ríos, fue el caso del río Francolí y del Grogs, en Tarragona y Lleida respectivamente, que se desbordaron a causa de la DANA. Hoy, se analiza por qué el temporal alcanzó tales magnitudes en tan poco tiempo.
El río Francolí tiene 30 kilómetros de cauce, normalmente con un metro cúbico por segundo, en el momento de la tormenta pasó a tener 1.200, eso provocó que en minutos se desbordase y causase una riada que arrasó los municipios por los que pasa. La riada arrastró árboles que habían sido arrancados, ramas, vehículos y todo lo que encontró a su paso, lo que provocó que algunos puentes quedasen colapsados y que el agua no los pudiese atravesar. La fuerza del agua también destrozó carreteras que pasaban por encima de los ríos.
La intensa lluvia se concentró en las montañas que rodean a los municipios, por lo que a la riada se sumó la bajada del agua desde estas montañas. En una hora cayeron 300 litros sobre ellas y terminaron también en el Francolí, incapaz de abarcar más agua. “Ha venido por los dos lados y al final pues bueno…” declaraba una vecina de Montblanc mientras señalaba las consecuencias del temporal.
A estos hechos se suma el del sinuoso trazado que atraviesan los ríos que intensifica la potencia del agua, agua que provocó el bloqueo de algunos puentes y que ayudó, en la ya insostenible situación, a que los pueblos se inundasen en minutos. Lo mismo pasó en Vilavert, donde el río discurre por la falda de la montaña.
Estas situaciones provocaron el desastre que todavía hoy, dos días después del temporal, podemos ver en numerosos municipios catalanes. La clave para el destrozo que provocó el temporal es dónde se produjeron las precipitaciones y su intensidad, ya que las lluvias no fueron generalizadas ni se prolongaron durante mucho tiempo.