Más nervioso que nunca y con testimonios en su contra, hostigado por la realidad, el rey del Cachopo ha estado más presionado que nunca. De hecho, ha sido apercibido en varias ocasiones por sus comentarios advirtiéndole de su expulsión. En un momento del interrogatorio la presidenta de la sala ha llamado la atención a César al poder escuchar que acusaba al instructor de mentir tras ser preguntado por el nombre de las antenas de telefonía que hay en Vallecas en relación a los posicionamientos de su móvil.
Los investigadores del Grupo VI de homicidios de la Policía Nacional localizaron en el móvil de César Román Viruete, alias el 'Rey del Cachopo', varias notas de voz de conversaciones con diversas mujeres tras huir a Zaragoza en las que comentaba que le gustaba "la dominación" y "castigar a la mujer para que sepa quien manda".
La novena sesión ha proseguido con las testificales del juicio que se celebra en la Audiencia Provincial de Madrid, entre ellas la de dos exempleados de César Román y varios agentes de la Policía Nacional. Entre los policías comparecientes figura el secretario del atestado policial que se realizó en Madrid tras el hallazgo el 13 de agosto de 2018 del torso de Heidi Paz en una nave alquilada por el acusado y también instructor del atestado en Zaragoza, donde fue detenido en un bar en el que trabajaba bajo una identidad falsa.
El ADN de César está en la maleta
El instructor ha relatado en su declaración que participó en la inspección ocular de la nave industrial de la calle Sebastián Gómez donde se localizó parte del cadáver de la chica. Según su relato, se halló el perfil genético de César Román en las asas y en la cremallera de la maleta. No fue el único lugar donde había ADN del acusado.
"Al lado de la maleta había un cuchillo con restos de sustancia blanquecina y que había en el torso. Era un producto corrosivo. En un bote de ese producto se localiza una huella de César y en las tapas de los dos botes también. Una de las anillas de seguridad del bote estaba en el torso", ha narrado. Los botes de sosa cáustica se hallaron en el interior de un cubo de basura que estaba dentro de la nave y que en el juicio se encuentra en la sala de vistas. Con este producto, el presunto homicida intentó destruir los restos de la joven de 25 años asesinada.
El testigo intervino igualmente en el registro del piso de la calle López Grass que alquiló César poco antes de huir. Estaba desordenado, con todas las cosas tiradas y los platos sin lavar. "Se había ido de forma precipitada porque había cosas de valor como una caja con relojes", ha señalado. Otra de los indicios de los investigadores que apuntaban a la autoría de César en el crimen fue que se halló el móvil de Heidi en el piso que alquiló el acusado en Zaragoza en la Avenida de Portugal tras huir de Madrid.
"No hay duda de que era de Heidi", ha manifestado el instructor, quien ha detallado que en ese móvil constaba la última llamada que realizó la chica a las 5 de la madrugada del 4 al 5 de agosto, fecha en la que se data su muerte. Los investigadores también analizaron el móvil del empresario. Había eliminado los mensajes pero las notas de voz y sus consultas en Internet estaban intactas.
Se localizó por ejemplo una búsqueda en Google al quedar registrado 'descuartizar Usera'. Ello indicaba, según el agente, que tras huir se había interesado por saber cómo estaba la investigación policial. También en el terminal quedaron registradas varias notas de voz a mujeres con las que hablaba en Zaragoza. "Me gusta la sumisión y dominación. Me gusta castigar a la mujer para que sepa quien manda", dijo en una de esas notas. En un momento del interrogatorio la presidenta de la sala ha llamado la atención a César al poder escuchar que acusaba al instructor de mentir tras ser preguntado por el nombre de las antenas de telefonía que hay en Vallecas en relación a los posicionamientos de su móvil.
"¿Todas las antenas de Vallecas se llaman Doña Carlota?", le ha inquirido la letrada defensora, Ana Isabel Peña, al agente, a lo que ha dicho que "no". Tras ello, César ha dicho: "miente", siendo apercibido por la magistrada mientras su abogada le decía: "César por favor". La abogada se ha mostrado incomoda con el enfado de su cliente. De hecho, ha pedido un receso nada más terminar la declaración del instructor. Por otro lado, una exempleada de César que trabaja como cocinera ha apuntado al tribunal que César les dejó de pagar y sus trabajadores estaban enfadados.
A preguntas de la letrada defensora, Ana Isabel Peña, acerca de si presenció algún episodio violento del acusado respecto a sus parejas, la mujer ha contestado que no y que era "demasiado melosito", lo que ha provocado risas entre el acusado y su abogada.
Gema Román Viruete ha defendido en el juicio la inocencia de su hermano César, conocido como el 'rey del Cachopo', manifestando que no es una persona violenta ni controladora, así como que poco antes del crimen que se le imputa le comentó que tenía intención de cerrar sus negocios en Madrid e irse fuera al haber detectado un desfalco en sus negocios de sidrerías. El jurado popular ha escuchado el relato de varias personas del entorno de Heidi Paz, quienes han descrito la joven de 25 años como "una mujer normal, trabajadora, responsable" y sin ningún tipo de relación con el mundo de la prostitución y el tráfico de drogas, en contra de lo manifestado por el acusado.
Desde que se vinculó a César con el crimen, su hermana siempre ha defendido su inocencia. Hoy ha declarado por videoconferencia al vivir en el extranjero. Su testimonio ha arrancado relatando cómo fue la niñez del 'Rey del Cachopo', siendo criado junto a sus tres hermanos por su madre y su abuela al haberse separados sus padres. Ante la insistencia de las preguntas de la abogada defensora, Ana Isabel Peña, acerca de esta cuestión para perfilar cómo había sido criado, la magistrada presidenta le ha insistido en que centrara sus preguntas al objeto del procedimiento.
La testigo no conocía en persona a la víctima, pero sí que empezó una relación con su hermano en mayo de 2018 y que acabó un mes después. Gemma hablaba con César todos los días hasta que a finales de julio no logró contactar con él. Al paso de los días, se preocupó y contactó con Claudia, una de las hermanas de Heidi que vive en Miami. "Al principio no le dimos importancia porque pensamos que se habían ido de vacaciones. Empecé a preocuparme cuando él no se ponía contacto con su hija. Hablé con mi padre para poner la denuncia", ha relatado. La denuncia se interpuso el 30 de julio de 2018. Los forenses datan la muerte de la joven en la madrugada del 5 de agosto.
Según su relato, cuando supo que Heidi estaba embarazada, el acusado se mostró contento y feliz con la noticia. A preguntas sobre si es controlador, ha contestado que para nada. "Es una persona muy abierta, que habla mucho pero no controladora", ha recalcado, a lo que ha agregado que no era violento con los animales al ser inquirida por las denuncias de una de sus exparejas por maltrato de sus perros.
La testigo ha explicado que poco antes de que desapareciera su hermano éste le comentó que quería irse de Madrid porque no se fiaba de sus socios, ya que había encontrado un desfalco económico. "¿Heidi estaba en sus planes?" le ha preguntado el fiscal, a lo que ésta ha replicado que no.
Una de las amigas de Heidi. Luz Adriana C.L., ha negado ante el tribunal que la joven hondureña estuviera relacionada con alguna organización criminal o ejerciera la prostitución. "Nunca escuché que tuvieran problemas graves. Cuidaba a niños y estaba muy contenta porque había encontrado trabajo en una sidrería e iba a poder tener los papeles. Soñaba con estar con sus hijos", ha apuntado.
El Grupo Sexto de Homicidios de la Policía Nacional localizó en la hoguera con la que el presunto homicida César Román Viruete, alias el 'Rey del Cachopo', trató de eliminar todo rastro del torso de Heidi Paz oculto en una maleta las prótesis mamarias de la víctima y un colgante plateado en forma de corazón que pertenecía a la joven. Eso defendían los policías que participaron en la inspección ocular de la nave industrial de la calle Sebastián Gómez y en la detención de Román en un bar de Zaragoza donde trabajó bajo una identidad falsa.
En la inspección ocular, los agentes de Policía Científica recogieron ADN del cadáver, de la maleta, dos botes de sosa cáustica, entre otros efectos recogidos y mandados al Laboratorio de Biología de ADN de la Comisaría General de Policía Nacional. También se recogió un cuchillo descatalogado con restos de sosa cáustica y con el que habría cortado los senos al cuerpo para dificultar su identificación.
De hecho, en la hoguera que se localizó en el hueco del montacargas --de unos cuatro metros-- había "una sustancia gelatinosa" que serían las prótesis y un colgante en forma de corazón en el lateral derecho del montacargas. El jefe del Grupo Sexto de Homicidios manifestó que se halló el perfil genético de César en la maleta de la nave. El ADN se localizó en las asas de la maleta y en el cierre. Otra de las responsables de la investigación ha detallado la inspección ocular que se realizó una vez que llegó la comisión judicial con el médico forense y el juez de guardia.
"De la maleta salían fluidos y se abrió la tapa con unas varillas que había al lado. Se da el aviso. Se localizó un cuchillo de cocina cerca de maleta y se localiza una hoguera. Se trataba de quemar objetos de la víctima. También había un colgante en forma de corazón", ha precisado. La maleta, que no ha sido limpiada desde el crimen, ha sido exhibida a la policía compareciente, momento en el que la presidenta del tribunal se ha pronunciado sobre el olor que desprende e incluso ha indicado que más tarde se limpiaría un líquido que ha llegado a salir ensuciando el suelo.
La testigo ha manifestado que la chica no tenía nada que ver ni con organizaciones criminales ni con bandas latinas, indicando que en un ajuste de cuentas a la víctima no se le anula todo signo de identificación como se hizo en este caso.
En su declaración, Román manifestó que la joven vino a España huyendo de la Mara 13 en Honduras y que ya en nuestro país colaboraba con una banda dedicada al vuelvo de drogas, un extremo que la Policía niega de forma rotunda. Otro de los agentes que participó en la detención del acusado en el bar 'Gerardo' de la capital aragonesa ha relatado que hubo un aviso después de que la dueña le identificara tras verle en un programa de Telecinco.
A su llegada, entraron en la cocina y le dijeron: "hola César". "Nos dijo que no llevaba documentación y se le trasladó. Nos dijo que nos estaba esperando desde hacía tiempo. Vimos que coincidía ojos, rasgos, altura... Pero no se procede a la lectura de derechos hasta que no se le identifica plenamente en comisaría", ha señalado. Su testimonio ha sido corroborado por los otros dos policías que participaron en la detención del acusado y en su posterior identificación en comisaría.