Cuando Rebekah Maggor, su profesora, le llamó la atención respecto a su ropa durante un ensayo de una presentación de un trabajo de fin de carrera, la joven vestía unos pantalones cortos azules rasgados. “Lo primero que me dijo es que si realmente me pondría esa ropa el día de la presentación final. Yo me quedé tan desconcertada que no sabía ni qué responder. Luego dijo que llevaba unos pantalones demasiado cortos”, explica la joven.
Por su parte, Maggor ha expuesto en declaraciones recogidas por Cornell Sun que “No les digo a mis alumnos qué vestir, ni les defino lo que constituye una vestimenta adecuada. Solo les pido que reflexionen y que tomen sus propias decisiones”.
A pesar de que la clase no tiene un código de vestimenta, Chai afirma que su profesora también le había dicho a otro alumno que se quitara la gorra pero “decirle a alguien que se quite la gorra no es lo mismo que decirle a una chica que sus pantalones son demasiado cortos y que por eso llamaría la atención de los hombres”, comenta la joven, añadiendo que “no soy responsable de la atención de nadie porque todos somos capaces de pensar por nosotros mismos”.
También durante el ensayo, un estudiante internacional le dijo que “la persona que está dando el discurso tiene la obligación moral de vestirse de forma conservadora durante la presentación de su tesis”. Fue entonces cuando Chai salió de la habitación y la profesora la siguió.
Fuera del aula, la maestra se disculpó por haberle dicho que “sus pantalones eran demasiado cortos” y le preguntó que “qué pensaría su madre si la viera vestida de esa manera”. Ante esta cuestión, la estudiante respondió que “Mi madre es una profesora feminista de géneros y estudios de la sexualidad. Le gustan mis pantalones cortos”.
Maggor le preguntó que qué iba a hacer, y la joven se desvistió y le dijo que “iba a dar el mejor discurso de su vida”, a la vez que entraba de nuevo en la habitación, donde siguió con su ensayo esta vez en ropa interior.
Esa misma noche, Chai contó lo sucedido en su Facebook, a la vez que explicó no lo hacía para que su profesora se sintiera mal, sino para crear conciencia sobre un gran problema social.
La joven hizo un llamamiento para que más estudiantes se desnudaran durante la presentación de sus trabajos y así ocurrió. “He recibido muchos mensajes de estudiantes en la misma situación y esto no está bien. Este tema trasciende a todas nuestras identidades sociales e influye directamente en nuestro corazón y en lo que somos”.