“El peso de las infecciones con bacterias resistentes a los antibióticos en la Unión Europea es considerable si se compara con otras enfermedades infecciosas y ha crecido desde el año 2007”, han señalado los autores de la publicación. Esta investigación está basada en los datos recogidos a lo largo de 2015 en una gran cantidad de hospitales de la Unión Europea, Noruega e Islandia.
En el informe también se focaliza en que el 39% de los casos las bacterias implicadas ya son inmunes a los antibióticos llamados de “última línea”, es decir, aquellos que son el último tratamiento disponible. “Cuando [estos tratamientos] no son efectivos, es extremadamente difícil o, en algunos casos, imposible tratar las infecciones”, afirman desde la ECDC.
Este estudio calcula por primera vez el número de años perdidos debido a enfermedad, discapacidad o muerte prematura. Con esta medida se revelan las enormes diferencias que hay dentro de la Unión Europea, ya que mientras que Italia y Grecia se sitúan a la cabeza superando los 400 años perdidos por cada 100.000 habitantes, Noruega, Holanda, Estonia e Islandia apenas llegan a los 40.
Asimismo, en el documento se destaca que el 63,5% del total de las infecciones, es decir, casi dos de cada tres, fueron “adquiridas en el sistema sanitario”. En especial, en los hospitales. Este hecho, por tanto, ofrece un amplio margen de mejora en las medidas de prevención y control de los centros. Según la ECDC, el objetivo del trabajo es hacer frente a un problema que “requiere una estrecha colaboración entre todos los países estudiados y a nivel global”.