No los percibimos pero están en muchos de los artículos cotidianos que utilizamos, hablamos de residuos tóxicos, en cantidades ínfimas pero que a lo largo de nuestra vida se acumulan en nuestro organismo.
La Comisión Europea alerta del aumento significativo de restos de tóxicos en la sangre, cada vez se encuentran más pesticidas, plásticos y metales pesados.
La química sintética llena nuestras vidas, no hay evidencias científicas muy importantes, pero muestra que es bueno reducir la exposición a estos tóxicos.
La nevera es un punto clave, dieta sana, nada de plásticos y en la cocina evitar cocinar con sartenes nocivas, sobre todo si son antiadherentes.
Dentro de casa el ambiente puede ser hasta 10 veces más tóxico que el de fuera, por eso ventilar es importante y reducir el nivel de tóxicos es posible, sin obsesionarse.
Cáncer, problemas pulmonares o alteraciones del sistema inmunológico y enfermedades que también se relacionan con la presencia de tóxicos en el hogar.