El maltrato a las personas mayores puede ser físico, psicológico, económico, sexual, por abandono y descuido de alguien vulnerable y que necesita nuestra atención o el menoscabo grave de dignidad y la falta de respeto. La Organización Mundial de la Salud (OMS) define que el maltrato hacia los mayores puede ser un acto “único o repetido que causa daño o sufrimiento a una persona de edad, o la falta de medidas apropiadas para evitarlo”.
En España acabamos de conocer el caso de una residencia en Madrid en la que tres empleados maltrataron cruelmente a una anciana. Golpean en la cabeza a una mujer, la insultan, le restriegan por la cara un pañal manchado y la amenazan. Las imágenes las grabó un hijo de la mujer, cansado de que la dirección del centro no atendiera sus quejas. Ahora la empresa lamenta lo sucedido y señala que ninguna de esas personas trabajan ya allí.
El 33% de los ancianos de todo el mundo que están en geriátricos han sufrido abusos en el último año, según el último informe de la OMS, que también destaca que solo se denuncian el 4% de los casos. En algunas residencias –no todas- se maniata a los pacientes, se atenta contra su dignidad, por ejemplo, al no cambiarles la ropa sucia, al impedirles que tomen sus propias decisiones o al negarles premeditadamente una buena asistencia médica, por ejemplo, al permitir que se les formen úlceras de decúbito señala la OMS.
Estás úlceras se forman cuando una persona permanece en la misma postura en la cama durante mucho tiempo sin moverse. Un antiguo trabajador de distintos centros de mayores nos ha explicado que estás heridas se producen porque hay tanta presión en el sacro que impide circular a la sangre y se crea una herida. “Yo he visto heridas que huelen fatal, en las que te cabe el puño e incluso he llegado a ver el hueso”, ha asegurado este empleado, que ha señalado que este tipo de heridas también se producen en los hospitales: “Cuando mandas a un abuelo a determinado hospital sabes que volverá con esta úlcera”.
Maltrato hacia los mayores también es según la OMS darles una medicación excesiva o insuficiente y desatenderlos o someterlos a malos tratos emocionales.
Este empleado asegura que ha visto cómo se ponía “la silla de ruedas de un anciano hacia atrás como si hiera el caballito para darle de comer porque si no escupía la papilla” o como “no se cambiaban los pañales hasta el mediodía cuando tenían heces secas de toda la noche”.
No obstante, este trabajador asegura que no toda la culpa es de los trabajadores. “También he visto como una persona que necesitaba el trabajo lo ha dejado por una razón únicamente moral”, ha explicado, al igual que ha querido señalar que muchas veces hay una falta de personal flagrante y que para cumplir la ratio que exige la ley, los administrativos figuran como auxiliares.
A pesar de la situación descrita aquí sobre los geriátricos, la mayoría de malos a tratos a nuestros mayores se producen en el ámbito del hogar. El 90% de las personas que los infligen son familiares, según la OMS que advierte en su informe de que el rápido envejecimiento de la población va a aumenta más este “problema de salud pública”. Los cálculos son que en el año 2050, la población mundial de mayores de 60 años se habrá duplicado con creces, de 900 millones en 2015 a unos 2000 millones.