Los complicados rescates de cuatro montañeros en Huesca y Tenerife
Atrapados entre dos paredes de rocas, a ras de una fuerte corriente de agua y en una minúscula oquedad. La naturaleza en los Estrechos de Balced, Huesca, no lo puso fácil este fin de semana para rescatar a tres montañeros de Barcelona. En ese espacio tan limitado las aspas del helicóptero de rescate arrancaron un árbol de raíz y dejaron caer piedras sobre los rescatadores. Incluso en el ascenso de los tres barranquistas un mínimo vaivén podía convertirse en golpe. Más complicado todavía lo puso un montañero húngaro escondido en lo más recóndito del barranco Los Carrizales, en Tenerife. Hasta allí solo pudieron llegar a pie y pasar la noche junto al herido. El barranquista tenía fracturas en la tibia y el peroné y pesaba 130 kilos. Cargaron con él por el agua y lo elevaron entre zonas montañosas. Después de treinta horas lograron alcanzar la costa.