Cinco personas han muerto y cuatro más han resultado heridas a consecuencia de la colisión múltiple que se ha registrado esta noche en la autovía A-7 a la altura del municipio valenciano de Rotglà i Corberà, en el que se han visto implicados cuatro vehículos. Los fallecidos son tres jóvenes de 18, 20 y 21 años y dos personas mayores de 89 y 87 años.
Las primeras investigaciones de la Guardia Civil de Tráfico indican que el anciano de 87 años que conducía el Opel Vectra circuló durante cinco minutos en sentido contrario "sin intencionalidad" tras una confusión cuando accedió a la A-7 en Canals. Ante estas informaciones, surge de nuevo el debate ¿Se deben poner límites a la conducción por edad o solo hay que tener en cuenta las condiciones psicofísicas? "Todos somos susceptible de sufrir una equivocación", apunta el doctor José María Pérez y Pérez, de medicina y Seguridad Vial, que cree que más que en la edad habría que fijarse en las patologías. "En estos casos, Tráfico suele pedir un informe al centro médico donde le dieron la renovación para hacer una investigación sobre el accidente".
Pérez y Pérez, asegura que la incapacidad para conducir viene más por la disminución cognitiva o alteraciones psicológicas y psíquicas que por la edad. Una vez dicho esto, el Consejo General de Colegios Médicos ya pidió hace tres años a la DGT que el conductor debería aportar un informe de salud previo, porque el médico del centro "no es adivino para saber en dos o cinco minutos de entrevista si una persona ha tenido un ictus, alzheimer o un estado depresivo grave", apunta. "No estoy hablando de indagar en la historia clínica de todos los pacientes, solo si tiene algo evidente y que medicación toma para ello. Con eso sería suficiente para establecer, si es recomendable o no, renovar el carné o si es preferible otro estudio médico".
"Hay personas que solo pueden conducir con restricciones y esto a veces falla. Creo que si un médico detecta que una persona no es apta para conducir debería de comunicarse a la DGT para que se pida un examen médico más ampliado. Según el código deontológico, un médico no debe difundir informaciones médicas de un paciente, excepto que eso pueda suponer un peligro propio o para la sociedad. Un paciente puede estar incapacitado para la conducción por una patología o por una medicación y esto lo tienen que saber los centros de renovación del carné de conducir. La edad en si misma no impide la conducción", afirma Pérez y Pérez.
El 28 % de los fallecidos en accidente de tráfico tienen más de 65 años, un colectivo que representa el 15 % del censo de conductores y el 19 % de la población (será el 26,5 % en 2035). Unos datos que para los responsables de Tráfico suponen un reto, pero también para todo el sector de la seguridad vial.
El año pasado el director general de Tráfico, Pere Navarro, anunciaba una revisión de las pruebas y los plazos para la renovación del carnet de las personas mayores. Según datos de la DGT, no se ven más accidentes con personas mayores al volante, ademas los conductores mayores de 70 años, suelen ser los más prudentes ya que ellos mismo se autolimitan pero en caso de accidente es cierto que al ser más frágiles las lesiones son mayores.
Actualmente, el carnet de conducir tiene una vigencia de 10 años para los menores de 65 años y de cinco a partir de esa edad. Se trata de una "horquilla excesiva", según María José Aparicio, subdirectora general de formación y educación vial de la Dirección General de Tráfico, quien planteaba que habría que "subdividir" ese grupo "excesivamente amplio y diverso".
Cada año se producen aproximadamente 30.000 denegaciones y alrededor de 320.000 condiciones restrictivas, como acortar la renovación del carnet de conducir, tener limitado el radio de conducción, poder conducir solo de día, no llevar pasajeros o límites de velocidad. El examen que realizan los centros médicos para renovar el carnet incluye una prueba de coordinación y destreza. Y la edad es un "un factor determinante" para que a una persona la declaren 'no apta' o le impongan restricciones, según la Asociación Española de Centros Médicos Psicotécnicos.
Un estudio SAVIMA de Fesvial revela que las personas mayores tienen un 12 % menos probabilidades de cometer una infracción de velocidad pero un 169 % más de saltarse un stop. La mayor parte de los accidentes de este colectivo se registran en vías urbanas y una gran mayoría en rectas.
Los resultados indican que a partir de los 75 años empiezan a aflorar los problemas psicofísicos y muchas veces son los familiares los que los detectan, precisamente por el modo de conducción.