Dulce Espinosa llevaba 27 años casada con Pedro Carrillo, que falleció el 6 de abril a los 59 años por COVID-19. Fue el primer enfermero en Andalucía que perdió la vida como consecuencia del coronavirus Su mujer, ha contado en un relato publicado por ‘La Razón’ que “fue una muerte fulminante”. Como él, trabajaba en el Hospital Neurotraumatológico, en Jaén.
Según ha revelado al mismo diario, su caso fue uno de los más tempranos. El 13 de marzo llegó a casa comentando que se encontraba “regular” y dos días después le tenían que ingresar por primera vez al presentar problemas respiratorios. Dio positivo por coronavirus y le detectaron una pequeña mancha en un pulmón, pero tras ponerle en tratamiento y, a petición del propio paciente, le dieron el alta médica.
Sin embargo, tuvo que volver un día después porque “respiraba con mucha dificultad, tenía una fiebre muy alta y su estado general había empeorado”. Estuvo en planta aislado tres días hasta que la saturación del oxígeno le bajó tanto que tuvieron que trasladarle a la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), donde le intubaron.
Allí le trataron con corticoides, con lo que mejoró y unos días después abandonó la UCI entre aplausos. “Estaba muy hablador y contento”, narra su mujer, que le acompañó hasta la habitación en la quinta planta. Y, allí, en cuestión de cinco minutos, falleció cuando se levantó para ir al baño: “Hizo un movimiento extraño con un pie, y se desplomó. Ya estaba muerto”. “Fue una muerte fulminante” y, ni siquiera ella, enfermera, pudo hacer nada por salvarle. Sufrió una embolia pulmonar masiva.
Tras su muerte, Carrillo también recibió el reconocimiento y el cariño del presidente del Colegio de Enfermería de Jaén, José Francisco Lendínez, y del gerente del Complejo Hospitalario, Osamah El Rubai-di, que han coincidido en señalar que "ha sido un profesional ejemplar de reconocido prestigio, con una impecable trayectoria profesional y docente".
El presidente del Consejo General y Consejo Andaluz de Enfermería, Florentino Pérez, trasladó en un comunicado "el cariño y la solidaridad de toda la profesión" a la familia y a todos los profesionales sanitarios de Jaén, "compañeros de Pedro que no pueden ni siquiera velarle y siguen luchando contra la pandemia, y de forma especial a las enfermeras y enfermeros".
"El fallecimiento de Pedro, junto al resto de compañeros sanitarios que han perdido la vida en su lucha contra el COVID-19, supone un golpe durísimo y una tragedia compartida ante la que los ocho presidentes de los colegios provinciales de Enfermería estamos consternados, así como todas y cada una de las más de 40.000 enfermeras y enfermeros que trabajamos en la sanidad andaluza", indicó Pérez.
"Todos compartimos el dolor y la tristeza por la pérdida de un compañero que ha dado su vida para salvar la de sus pacientes, luchando junto al resto de profesionales contra esta pandemia y sabiendo que se estaba jugando la vida", subrayó.
También el Sindicato de Enfermería Satse mostró en un comunicado su pesar por el fallecimiento del primer enfermero en Andalucía durante la crisis sanitaria trasladó sus condolencias a la familia de este profesional al que ha agradecido su "profesionalidad y entrega".