La Guardia Civil ha registrado minuciosamente la casa en la que vivían Sergio y Dana en Arenas, Málaga. Ella desapareció en junio y esta semana los investigadores han detenido a su pareja, que siempre fue el principal sospechoso. Él mantiene su inocencia pero hemos visto como los agentes de criminalística han buscado pruebas contra Sergio minuciosamente durante 13 horas.
No han dejado rincón sin analizar. Han examinado las paredes, la entrada de la casa, mantas... y la escalera donde hace meses hallaron restos de sangre, que entonces no fue suficiente para detener a Sergio, acusado de la muerte de Dana Leonte.
Los agentes de criminalística de la Guardia Civil, ataviados con su mono blanco, han registrado durante 13 horas la casa que la pareja compartía en Arenas, Málaga. Todo ese tiempo, Sergio, que sigue insistiendo en su inocencia, estuvo presente y se mantuvo muy tranquilo. No ha declarado ni colaborado en nada con los investigadores, que barajan la posibilidad de que la mujer muriera en la casa. Han examinado con lupa la vivienda, el garaje y dos corrales.
Fue un vecino de la zona quien halló unos huesos en un monte. Cuando el ADN confirmó que se trataban de restos óseos de Dana detuvieron a Sergio, que siempre fue su sospechoso principal. Además, el móvil del acusado lo sitúa en la zona, aunque según su abogado es lógico porque vive y trabaja en Arenas.
El acusado primero dijo que huyó de un prestamista que la presionaba porque le debía dinero y luego señaló a una tercera persona en su relación. Ni a la familia ni a los investigadores le parecían certeras las explicaciones de Sergio.