El servicio de criminalística de la Guardia Civil ha registrado el domicilio del novio de Dana, la joven rumana de 31 años desaparecida desde el pasado 12 de junio.
Perros especializados en encontrar rastros biológicos han peinado la casa donde vivía la pareja, que tiene un bebé en común. Él, el novio, ha estado presente en el registro como dueño de la vivienda, pero no está detenido.
Desde el aire, un dron analizaba el terreno en busca de cualquier pista que pueda aportar luz sobre la inquietante desaparición, que en un principio se investigó como voluntaria, porque él aseguró que la joven había huido al estar siendo extorsionada por un presamista.
La pareja de Dana insiste en que ella se ha ido del país para huir de esa deuda, contraida cuando puso en marcha un bar. Pero la familia de la joven, preocupada, desmiente esa versión. Ella lo denunció por malos tratos, aunque el juzgado archivó la denuncia.