Al 60% de la gente se la ha estropeado el móvil en los últimos cinco años, sin embargo, el 46% decidió no repararlo porque era “muy costoso y no salía a cuenta”, según una encuesta de la OCU que revela además que más de la mitad de las tablets, aspiradores y televisores averiados no se reparan. La organización de usuarios reclama un índice de reparabilidad en la etiqueta de los productos.
La mitad de los móviles y las lavadoras sufre algún daño antes de que pasen cinco años, según la encuesta de la OCU. Los usuarios a los que se les estropea un aparato que ya tiene ocho años ni siquiera se molesta en preguntar cuánto cuesta repararlo. En el caso de aparatos puramente electrónicos, los plazos son aún inferiores: menos de siete años para un portátil, cinco para una tablet y cuatro años para un teléfono móvil.
Según la encuesta de la OCU, al 60% de los usuarios se le estropeó el móvil en los últimos 5 años. Sin embargo, el 46% decidió no repararlo, la mayoría de las veces, porque la reparación era muy costosa y no salía a cuenta. Si el dispositivo ha cumplido los dos años y el coste supera el 30% de su precio original, los usuarios lo desechan sin más.
Más de la mitad de las tablets, aspiradores y televisores averiados no se reparan. En muchos casos, cuando un aparato se estropea no puede repararse, especialmente los móviles y aspiradoras. Para la organización de consumidores, esta situación es difícil de solucionar porque la ley de garantías solo establece la obligación de cambiarlo por un modelo nuevo o devolver el dinero en los dos primeros años desde la compra, en el caso de que no pueda repararse. Otras veces, no hay piezas de repuesto, ya que el fabricante solo tiene la obligación de facilitarlas hasta cinco años después de haber dejado de vender el producto.
OCU cree necesario evolucionar hacia un modelo de economía circular en el que los productos duren el máximo y minimizar así el impacto sobre el medioambiente.
La Organización recuerda que hay opciones alternativas para evitar desechar los aparatos, como venderlos en canales de segunda mano. La Unión Europea tiene previsto obligar próximamente a introducir un índice de reparabilidad en la etiqueta de los productos que evalúe la facilidad para arreglar el producto y la disponibilidad y el precio de los recambios.