Con la llegada de las buenas temperaturas y la asistencia masiva a las playas vuelve el riesgo de otros años con los flotadores o hinchables gigantes. En el Reino Unido, dos niñas de cinco años han tenido que ser rescatadas después de que la corriente alejase el cisne hinchable con el que jugaban a casi un kilómetro de distancia de la playa. La guardia costera tuvo que emplear un helicóptero y una lancha de salvamento. Las pequeñas están bien y las críticas ahora van dirigidas a los sistemas de alerta que no funcionaron