La rebelión de un pueblo gallego contra un parque eólico: “No lo queremos ni aunque nos den la luz gratis”
Vecinos del municipio coruñés de Monfero se movilizan para evitar la instalación de trece aerogeneradores
La eléctrica Iberdrola contempla en su proyecto la instalación de molinos a solo 500 metros de algunas casas
María lleva varios días sin pegar ojo. A sus 65 años teme ver su casa emparedada entre varios aerogeneradores gigantes. “¿Cómo voy a dormir? ¡Nos quieren colocar molinos por delante y por detrás de la casa!”, exclama. Ella es una de las afectadas por el parque eólico que Iberdrola pretende construir en Monfero (A Coruña).
El proyecto de la eléctrica contempla la instalación en un espacio natural de trece aerogeneradores de 180 metros. Para que se hagan una idea, esa es la altura de la Torre de Hércules multiplicada por cuatro. Los vecinos se enteraron de que Iberdrola había puesto los ojos en sus tierras de casualidad, gracias a que una vecina lo vio publicado en el Boletín Oficial del Estado (BOE). “Nadie, ni el propio Ayuntamiento, nos informó de que se había llevado a cabo un estudio sobre el terreno”, cuenta Victoria, otra vecina.
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Dentro del polígono en el que se instalarían los eólicos quedarían tres parroquias y 35 lugares habitados. Entre ellos, el de Gotes, donde María y su marido Gabriel llevan viviendo más de 30 años. “Quedaríamos encerrados, rodeados de eólicos. Esto sería igual que una cárcel”, cuenta esta mujer con angustia. También quedarían dentro de ese suelo industrial numerosas explotaciones ganaderas y sus tierras. “No lo queremos ni aunque nos den la luz gratis. No hay una moneda de cambio. Es una desgracia medioambiental, económica y emocional. No hay dinero que pague eso”, zanja Victoria.
Eólicos a 500 metros de las casas
Los vecinos se han unido a través de la plataforma “Monfero di non” (“Monfero dice no”) para evitar que la eléctrica ejecute sus planes. La cuenta atrás ha comenzado. Tienen hasta mediados del mes de julio para presentar alegaciones y evitar que el Ministerio de Transición Ecológica dé luz verde a su construcción. “No estamos en contra de las energías renovables, pero queremos que las instalen en sitios donde no afecte a las personas, donde no haya población”, cuenta Estefi Varela.
Esta vecina, que eligió Monfero para criar a sus tres hijos, también vería su casa rodeada de aerogeneradores si el propósito de la eléctrica se cumple. “Mi casa tendría dos eólicos por un lado y otros tres por el otro”, cuenta. Alguno de esos molinos se situaría a solo quinientos metros de su vivienda. Es la distancia mínima que contempla el plan eólico gallego, aprobado en el año 2002. Según esa norma, la distancia de los aerogeneradores a la vivienda más próxima debe ser de, al menos, medio kilómetro. Ese mismo documento señala que a 200 metros ya no se producen molestias de ruido.
"Ya no solo es que pretendan construirlo cerca de lugares habitados, sino en un espacio que pertenece a la Red Natura 2000 y que se encuentra a las puertas del Parque Natural de las Fragas do Eume”, manifiesta Estefi. “No podemos consentir que destrocen nuestro pasado, nuestro presente y nuestro futuro por el interés de una eléctrica”, insiste.
Según afirman los vecinos, la construcción del parque tendría un impacto directo y muy negativo para la vida del municipio. No solo verían disminuir el valor de sus propiedades, sino que quedarían expuestos al ruido y a las zonas de sombra de los aerogeneradores. “Perderíamos la potestad sobre nuestras tierras. El suelo pasaría a ser calificado como rústico y ellos podrían abrir caminos o hacer desmontes a su antojo”, cuenta esta vecina. Sería una estocada, dicen, para el futuro demográfico de esta zona rural. Desde esta plataforma recogen firmas a través de Change.org para evitar que el Parque Eólico Pena do Corvo, que así se llamaría, se convierta en una realidad.
El Ayuntamiento también se opone
Los vecinos se sienten desamparados porque ninguna administración pública les informó del estudio que se estaba haciendo sobre sus terrenos. Pero desde el Ayuntamiento de Monfero aseguran a NIUS que ellos desconocían los planes que la empresa eléctrica tenía en el municipio. "Es algo que nos ha cogido también por sorpresa. Iberdrola no se puso en contacto con nosotros para nada", recalca Andrés Feal, el alcalde.
La posición de este Ayuntamiento es un "rotundo no" al parque eólico. "Estamos totalmente en contra de que se construya, y más teniendo en cuenta que prevé la colocación de los eólicos a 500 metros de las casas de algunos vecinos. No es un sitio para montar un parque", asegura. Por eso, no solo presentarán alegaciones en contra el proyecto. También, dice el regidor, se ponen a disposición de los vecinos para prestarles el asesoramiento que necesiten para realizar las reclamaciones.
La Xunta de Galicia también ha emitido un informe negativo a la construcción de este parque eólico. Uno de los motivos sería que esta zona se encuentra fuera de las áreas establecidas en el plan sectorial eólico de Galicia.
NIUS se ha puesto en contacto con Iberdrola para saber si efectivamente efectuaron un estudio del terreno a espaldas de las autoridades de municipales y de los vecinos y, también, para conocer por qué eligieron esa ubicación. Sin embargo, la empresa ha declinado hacer declaraciones.
La energía que generan no se queda en la zona
Desde la plataforma 'Monfero di non' insisten en que, por experiencias similares, la energía que se genera en estos parques no se queda en la zona, sino que se vende fuera. Tampoco se crean puestos de trabajo. “No hay ningún tipo de beneficio económico, social o medioambiental en la comunidad en la que se construyen”, aseguran.
Galicia cuenta actualmente con unos 180 parques eólicos. Es una de las mayores productoras de energías renovables de España pero, paradójicamente, es la comunidad autónoma que paga la factura eléctrica más cara. El de Monfero no es el único proyecto que está pendiente de aprobación y no es el único que provoca rechazo. Hay más de cien que se encuentran en proceso. Una "invasión de eólicos", como algunos lo califican, que ha provocado numerosas manifestaciones en los últimos meses en diferentes puntos de la comunidad. Son muchas las comunidades vecinales que se oponen a la instalación de eólicos y líneas de alta tensión en su territorio.
A estos vecinos les preocupa el impacto económico y medioambiental que el parque puede tener en la zona pero, también, las consecuencias que podría tener sobre su salud. En el caso de Monfero, el proyecto conllevaría también la instalación de una línea de alta tensión de 45 kilómetros. “Esto está afectando a nuestra salud mental ya antes de estar colocados”, dice otra vecina.
Ahora mismo, el 47% de la electricidad en España tiene origen renovable. El Gobierno ha fijado que en 2030 ese porcentaje se eleve al 74% y en 2050, al 100%.