Jonathan Laird, un hombre de 38 años de Indiana, en Estados Unidos, se estaba medicando con unas pastillas antidepresivas al ser diagnosticado con trastorno bipolar, cuando comenzó a sentir síntomas similares a los de la gripe. Pero los dolores fueron a más y empezó a notar que no era algo normal.
Al acudir al medico fue diagnosticado con el síndrome de Stevens-Johnson (SJS), una enfermedad rara en la que el sistema inmunitario ataca a la piel sana, a los genitales, a las mucosas y a los ojos. Así, Jonathan sentía todo su cuerpo ardiendo, y un dolor inmenso en los ojos como si le estuviesen perforando con cristales.
La gravedad de la enfermedad era tal que comenzó a desarrollar úlceras rojas en la boca y en todo el cuerpo. Su piel comenzó a pudrirse y a desprenderse, dejándole expuesto a las infecciones. Por ello, como una medida de prevención tuvo que ser cubierto con injertos de piel de cerdo hasta que pueda realizarse un injerto adecuado.
Este síntoma raro es muy peligroso y acaba con la vida de 10% de los pacientes que lo sufren. Los familiares y amigos de Jonathan han iniciado una campaña en GO FOUND ME para recaudar fondos que le ayuden a tratarse, ya que necesita cuidados muy especiales.