Informativos Telecinco descubre cómo trabajan los rastradores del COVID-19 en Canarias

  • Desde una biblioteca se investigan los contactos de los positivos

  • Así se gestionó el caso del positivo en el aeropuerto de Lanzarote

Una de las claves para que no volvamos a revivir lo peor de esta crisis sanitaria es el papel de los rastreadores. Son los encargados de identificar y localizar a las personas que han estado en contacto con los nuevos positivos. Hemos estado con ellos en su centro de Las Palmas y así es como trabajan.

La pandemia ha transformado una biblioteca de Gran Canaria en el cuartel general de los rastreadores de las islas. Aquí trabajan 30 sanitarios y en los peores momentos han llegado a realizar 1000 llamadas en un solo día. La alerta llega siempre desde los centros de salud que identifican a los nuevos positivos y a través del teléfono ellos rastrean a todos sus contactos estrechos, “aquellas personas que han estado a menos de dos metros por un tiempo de más de 15 minutos”, explica Yodalis García, médico de atención primaria en el centro.

Contactos a los que hay que aislar inmediatamente. Pongamos por ejemplo el caso del pasajero del vuelo de Madrid a Lanzarote que el pasado viernes tuvo que ser sometido a aislamiento nada más llegar al aeropuerto César Manrique de la isla tras haber dado positivo en las pruebas de coronavirus. Un solo positivo descontrolado como este puede provocar un rebrote por eso las 14 personas que viajaban a su lado están en cuarentena. En este caso fue fácil cortar la cadena de contagios antes de que bajasen del avión pero a medida que avanza la desescalada el rastreo se va complicando. Por eso no recuerdan que la responsabilidad individual es imprescindible para evitar los rebrotes.

Los llamados rastreadores son algo así como la "policía del coronavirus". Fue la Comunidad de Madrid la que garantizó el desarrollo de un plan de detención y seguimiento del virus en aquellos casos sospechosos de ser positivos en coronavirus para intentar pasar a la fase 1 el pasado 18 de mayo. La Comunidad Valenciana también contrataba a los llamados rastreadores del Covid-19.

Localizan a la persona y le comunican vía telefónica que debe permanecer aislada durante 14 días. Luego, un equipo de operadores realiza un seguimiento y comprueba que no presenta ningún síntoma. La labor de estos "vigilantes del virus" es fundamental para evitar un posible repunte.

En Alemania, por ejemplo, la paciente 0 contagió a un compañero en una reunión de trabajo. Otro contagiado trasmitió el virus con el simple gesto de pasar un salero. Por eso, ya son varias las comunidades autónomas que están armándose de un pequeño ejército de rastreadores. En total, se pretende contar con unos 2.000 profesionales en toda España, cifra que para los sanitarios resulta insuficiente.