Raquel del Rosario muestra la cara de su hijo tras el ataque que sufrió de un puma
El pasado agosto el hijo de cinco años de Raquel del Rosario, Mael, sufría el ataque de un puma en el jardín de su casa
La cantante canaria vive en una casa en California junto a su marido y sus dos hijos
Los pumas pertenecen a la fauna local y, aunque rara vez se acercan a las viviendas, es algo que puede ocurrir
El pasado mes de agosto la cantante española Raquel del Rosario narraba cómo su hijo Mael, de cinco años, había sufrido el ataque de un puma en el jardín de su casa en California y cómo ella misma consiguió alejar al animal 'a puñetazos'. Este pasado fin de semana, la cantante ha querido mostrar cómo ha quedado la cara de su hijo publicando una fotografía en sus redes sociales.
La cantante canaria publicó en su cuenta de Instagram una fotografía donde se puede ver al pequeño abrazando a un gato y donde se aprecia las cicatrices que le han quedado en el cuello, la barbilla y la mejilla izquierda.
MÁS
Su hijo de 5 años estuvo a punto de morir
Todo sucedió en el jardín de su casa de California cuando, después de que el pequeño se dirigiese a ella con un "mami, voy al árbol a buscar fruta", un grito que "aún sigue resonando" en su cabeza le advirtió de lo peor: "Un puma se había abalanzado sobre él y lo hería ferozmente con sus zarpas".
En milésimas de segundo, la artista atravesó el jardín y se dispuso a golpear repetidamente al animal con sus propios puños con una fuerza que aún desconoce de dónde provenía y por la que logró quitárselo de encima. De no ser por su rapidez, por "esos milímetros que separaban la vida de la muerte", el final de esta historia habría sido el más trágico imaginable.
"Si alguien me hubiese dicho en ese momento viendo su estado, que tres días después saldría corriendo del hospital jamás lo hubiese creído. 'Mami, ya no voy a volver a por la fruta para que no se enfade el tigre', me dijo después de dejarle un recipiente con agua en la puerta a modo de disculpa. Sin palabras", relató la artista al rememorar el incidente.