Comiendo bacon y llevando falda corta, la nueva vida de la joven que desafió Arabia Suadí huyendo del país

telecinco.es 17/01/2019 13:16

A sus 18 años, Rahaf Mohammed al Qunun huyó de su país, Arabia Saudí y pidió asilo en Canadá, donde reside actualmente. La joven quiso alejarse de los maltratos a los que le sometía su familia y de las restrictivas normas sociales que posicionan a las mujeres "como esclavas". Su historia ha dado la vuelta al mundo y sus únicas intenciones son llevar una vida normal y demostrar a las mujeres sauditas que tienen libertad de elección.

Desde que dejó atrás su país a principios de enero, Rahaf no ha dejado de recibir mensajes amenazantes y ella, sin embargo, ha asegurado a CBC que "el riesgo mereció la pena": "Sentí que no podía lograr los sueños que deseaba mientras viviera en Arabia Saudita".

En una entrevista para una cadena local, la joven declara que con su huida "ha vuelto a nacer". De hecho, su vida actual es muy distinta a la de su lugar de origen. Según ha compartido ella misma en las redes sociales, Rahaf ahora puede disfrutar del sabor del bacon y lleva con orgullo las prendas de ropa que le han sido negadas desde siempre.

Mientras que en Canadá afirma sentirse "segura", en Arabia Saudí su situación, y la de todas las mujeres, no es igualitaria: "Nos tratan como un objeto, como esclavas. Quería contarle a la gente mi historia y lo que les pasa a las mujeres saudíes".

Fue el día 5 de enero cuando Rahaf Mohammed cogió un vuelo desde Kuwáit, donde se encontraba de viaje con su familia, hacia Bangkok (Tailandia). Allí le denegaron la entrada al país y sus padres le denunciaron por haber tratado de viajar sin su consentimiento.

Con el fin de evitar ser repatriada a su país-aseguró a las autoridades que la matarían por haber huido-, la joven se encerró en una habitación de hotel, desde donde comenzó a enviar tuits pidiendo ayuda a la ONU.

"Mi mayor temor era que mi familia me encontrara y me haga desaparecer", declaró Rahaf. Su caso fue investigado por Human Rights y finalmente el sábado llegó a Toronto. El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) la reconoció como refugiada.

Mujeres "valientes y libres"

Rahaf recurrió a un comunicado para hacer llegar, aún más, su mensaje a las mujeres sauditas: "Las mujeres ni siquiera pueden viajar solas, son tratadas como niñas, incluso si tienen 50 o 60 años de edad, no son libres ni iguales a sus contrapartes masculinas".

En su discurso, la joven denuncia la "opresión y abuso" al que están sometidas en Arabia Saudí y manifiesta sus deseos por que su historia sirva para empoderar a las mujeres y reconocerlas como "valientes y libres".

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