Pese a que el 15 de febrero el radar ya estaba instalado, el Ayuntamiento estableció un periodo de aviso, cuyo último día es hoy, y durante el que no se han interpuesto sanciones por saltarse la velocidad establecida de 70 kilómetros por hora, tal y como recoge Europa Press. En su lugar, el Consistorio ha enviado notificaciones informativas.
El área de Medio Ambiente y Movilidad ha instalado el dispositivo para "aumentar la seguridad de peatones y conductores y reducir los efectos ocasionados por el ruido del tráfico sobre los edificios cercanos". Asimismo, en febrero también se pusieron varios semáforos en esta zona.
El mecanismo del radar consiste en la colocación de dos cámaras: una al inicio y otra al final del tramo. Ambas registran la matrícula y hora de entrada y salida de los vehículos, con lo que posteriormente calcula la velocidad media.