Las comunidades autónomas y algunos centros educativos cuentan con un sistema para calcular la nota de corte, un término que hace referencia a la calificación del último alumno aceptado en una carrera universitaria.
Después de un duro año de estudio, marcado también por las dificultades de la educación a distancia, miles de estudiantes han conseguido graduarse con éxito en Bachillerato. Ahora, toca la parte más difícil. En la mayoría de los casos, el aprobado no es suficiente para entrar en una carrera universitaria. La alta demanda y competitividad por conseguir una plaza en algunas titulaciones hace que la famosa nota de corte haya alcanzado este año cifras de récord.
Las notas de corte no son un baremo fijo sino que cambian cada año. La diferencia interanual suele ser de unas pocas décimas pero hay veces en las que la demanda se dispara y la calificación necesaria para entrar sube como la espuma.
Para preparar la prueba de la EBAU, los estudiantes utilizan como referencia la nota de corte del año pasado pero lo cierto es que no hay forma de saber qué valor tendrán las titulaciones hasta que se publican las calificaciones tras la realización de la prueba.
La nota de selectividad es el resultado de sumar la nota media de Bachillerato -con una ponderación del 60%- y la nota de la fase general de la EBAU -con una ponderación del 40%-. Además, los alumnos tienen la posibilidad de realizar hasta 4 exámenes adicionales de los que se tendrán en cuenta los dos con la calificación más alta.
En función de la rama de estudios que haya cursado el estudiante y la carrera en la que quiera matricularse, unas asignaturas ponderan más que otras si se hacen como optativas en el examen de selectividad.
Algunas materias, normalmente las que guardan una relación directa con la especialidad o la rama, ponderan el doble, es decir, 2 puntos adicionales que se suman a la calificación sobre 10 que obtiene el estudiante en la fase general. Por lo tanto, un alumno que haga al menos dos exámenes optativos podrá obtener una calificación máxima de 14 puntos.
Varias comunidades autónomas y universidades disponen de un servicio web en el que el estudiante puede calcular la nota de admisión que tendría en dicha institución. En la calculadora, que es de uso sencillo, los alumnos sólo tienen que introducir la nota que han sacado en las diferentes asignaturas y el sistema les devolverá automáticamente la calificación final.