La segunda ola del coronavirus continúa haciendo estragos. En Cataluña se han contabilizado 4.195 nuevos positivos en solo 24 horas y ocho nuevos fallecimientos en la comunidad autónoma. La presión no deja de aumentar y múltiples sectores de la sociedad están ya al límite. Los primeros ellos, los sanitarios, quienes están en primera fila desde el primer momento haciendo frente sin descanso al SARS-CoV-2 y la covid-19.
Hoy se preguntan dónde quedaron los aplausos y si el agradecimiento va a ser la única recompensa a su durísimo trabajo: “Seguimos aquí reivindicando nuestros derechos laborales formativos”. “Exigimos 36 horas de descanso ininterrumpidas que no tenemos; dormir en camas que no hayan usado otros residentes”, reclaman hoy, movilizados en las calles.
Sin embargo, ellos no son los únicos que han irrumpido en protestas en Cataluña. Bajo el grito de “¡No al cierre!”, también los hosteleros han protestado para denunciar la clausura de sus establecimientos como parte de las medidas de la Generalitat para intentar frenar los contagios de coronavirus.
Consideran que se les está “culpabilizando de la expansión de la pandemia”, y denuncian que “es muy injusto” porque “son muchas las familias que comen de esto”.
Como ellos, también las esteticistas han alzado la voz, igualmente afectadas por los cierres: “Hay muchos puestos de trabajo en juego”. “Somos los primeros en cerrar cuando no ha habido ni un solo contagio”, denuncian.
Y al mismo tiempo, también los más jóvenes, los estudiantes, expresan su indignación: “No hay habilitación de espacios, no hay contratación de personal”. “No se ha tomado ninguna medida de ayudar a apaciguar esto”.
Son mensajes de denuncia distintos, pero todos comparten una cosa: la sensación de que algo no se está haciendo bien