Las historias trágicas se suceden día tras día por todo el mundo, pero son las tramas con buen fondo las que crean esperanza y ejemplo dentro de la sociedad. Es el caso de Paulo John Alinsong, un joven filipino que llevó la silueta de su madre fallecida en tamaño real a la ceremonia de su graduación universitaria, según La República.
El joven contó a través de las redes sociales que la fotografía era un homenaje a su madre, que siempre soñó con ver a su hijo terminar su carrera. El hipertiroidismo le quitó la vida cuando solo tenía 37 años. Esta simple idea del joven reunió a toda su familia en el Centro Internacional de Convenciones de la ciudad de Pasay, en la región costera de Filipinas, según recoge el portal SPD.
Tal y como le prometió a su madre, Paulo cumplió con tener a la mujer que le dio la vida en su momento más importante. Decidió tomarse varias fotos y las imágenes se comenzaron a hacer virales en Twitter. Cientos de personas aclamaron el acto del joven con gran calidad de ser humano. Carmen, como se llamaba su madre, falleció un mes después de que le diagnosticaran hipertiroidismo. Una historia que deja patente la importancia del amor maternal. Aunque no es el único caso de amor. Otra bella historia es la de Michelle Bourke, una viuda de 58 años que recorre el mundo viajando con la fotografía de su difunto marido.