No iba a más de 30 kilómetros por hora, pero ha provocado la primera muerte por patinete eléctrico en España. Hablamos de la primera muerte por atropello porque ya se han dado muertes en accidentes con patinetes.
El suceso tuvo lugar el pasado mes de agosto, pero ahora se ha sabido que los dos jóvenes que iban en el patinete afrontan ahora un proceso penal. La fiscalía sopesa atribuirles una imprudencia grave con resultado de muerte. La mujer fue golpeada y al caer también sufrió un golpe en la cabeza al que no pudo sobrevivir. La polémica sobre los patinetes crece.
Los dos jóvenes que iban sobre el patinete, podrían ser acusados de imprudencia grave con resultado de muerte, mientras que los peatones exigen que se endurezca la regulación y el control sobre estos aparados que inundan nuestras calles.
Llegaron para hacerse un hueco como una nueva forma de movilidad sostenible y lo hicieron para quedarse. Sin embargo, su repentina irrupción en los centros urbanos ha planteado –y provocado– a su vez una batería de problemas para los que desde hace tiempo se viene pidiendo respuesta.
De forma insistente, en los últimos meses los ayuntamientos, quienes han estado regulando las normativas de circulación de este medio de transporte, han estado pidiendo a la DGT la elaboración de una regulación específica y unificada. Y tal y como anunció la Dirección General de Tráfico el pasado mes de octubre, procederán a regular el uso de los llamados ‘vehículos de movilidad urbana’ (VMU) en la Ley de Tráfico. Según fuentes del organismo, ya se está trabajando en ello y la regulación incluiría una orden de clasificación de estos vehículos así como una cobertura jurídica, entre otras cuestiones.
Con ello, los ayuntamientos podrán recoger la normativa básica para adaptarla después a sus ciudades, siendo estas instituciones las que desarrollen acciones concretas en función de la misma para regular los VMU.
No obstante, y ante el aumento de las dificultades y problemas que el patinete eléctrico está ocasionando, Barcelona y Madrid han sido algunas de las ciudades que han desarrollado una regulación específica para dar solución al limbo normativo en el que se encontraba el medio.
La fallecida en la localidad barcelonesa de Esplugas de Llobregat se ha convertido en la primera víctima mortal en España por ser arrollada por un patinete eléctrico, pero este medio de transporte arrastra ya una cadena de sucesos que aglutina todo tipo de accidentes.
En Sabadell, también en Barcelona, –la primera ciudad de España en restringir la circulación de este transporte a los carriles bici–, una mujer de 39 años falleció el pasado 25 de octubre después de ingresar gravemente en el hospital como consecuencia del atropello de un camión cuando ella circulaba en patinete eléctrico.
En Asturias, era un hombre de avanzada edad el que un mes antes, en septiembre, perdió la vida al chocar su patinete contra unas escaleras después de perder el control al resbalar sobre el pavimento mojado.
En Guipúzcoa el susto llegaba a través de un incendio en una vivienda en agosto. El fuego comenzó en uno de los dormitorios porque habían dejado cargando en su interior un patín eléctrico. El accesorio de moda explotó y dejo la habitación calcinada.
Otras veces, los accidentes están motivados por acciones temerarias. A finales de septiembre un joven enmascarado se hacía viral por los vídeos que compartía a casi 100 kilómetros por hora por una autovía con un patinete eléctrico modificado. Al final, el responsable, un hombre de 32 años vecino de Faura, en Valencia, fue localizado.
Lo mismo les sucedió a dos jóvenes que, en su lugar, eligieron la Diagonal de Barcelona como escenario para circular, –ambos en el mismo patinete–, a 80 kilómetros por hora.