El sonido de la sirena, marca la rutina diaria en las aulas, con entradas ordenadas y en fila, con clases con mamparas, muy reducidas, con desinfección de manos y mobiliario, con mascarilla siempre y con mucha, mucha ventilación, “mucho frio, yo creo que en España más de la mitad del país no puede tener a los niños con las ventanas abiertas, no es bueno”, nos dice Carlos Fernández, presidente de la asociación de profesores de Madrid. Pese a todo, muchos de los alumnos han visto sus aulas vacías, sin compañeros que las llenen, o bien porque están contagiados, hay más de 20.000 alumnos con coronavirus, o porque sus profesores también lo están son 100.000 de baja. “En mi centro por ejemplo, hemos tenido ocho profesores de baja, pero ha funcionado bien porque los demás hemos arrimado el hombro y hemos conseguido que se mantengan las clases aceptablemente” apunta Carlos. El problema, para las asociaciones, tanto de padres y madres, como de profesores y maestros es, por una parte, que hay escasez de material humano “necesitamos más profesores y que se cubran antes las bajas porque si no a medida que va pasando el tiempo se pueden ir complicando las cosas”, y por otra, que faltan muchas horas lectivas para impartir todo el material atrasado. Carlos Fernández nos indica que “hay profesores que estamos dando cosas que son del curso pasado o del anterior porque no lo pudimos dar en su momento”. No solo pasa en colegios e institutos, la situación en las universidades es muy parecida, 10.000 profesores de baja y más de 20.000 alumnos diagnosticados con coronavirus. Las aulas, como muchas otras empresas, no escapan al virus.