El presunto asesino de Janet Jumillas habría intentado disimular llevando una rutina "normal" después de la desaparición de la víctima. Los investigadores, que ya sospechaban de él, siguieron de cerca sus pasos: celebraciones con amigos, fotografías en Instagram, una vida aparentemente ajena al crimen.
Días después de la desaparición de Janet Jumillas, Aitor, publicaba un vídeo con su perro en la terraza de su casa. Absoluta normalidad, en el escenario en el que, presuntamente, llevó a cabo el crimen. En las imágenes pueden ver las macetas intactas, esas que removería la policía científica en busca de pruebas que le incriminaran.
En esa casa vivía, desde hacía pocos meses, con su novia. Los investigadores creen que ella desconocía el crimen. De hecho, los mossos consiguieron fotografiar a la pareja, cuando estaban en el punto de mira. Aitor se dedicaba al tráfico de drogas, sin embargo, desde la familia de Janet niegan que el crimen tuviera algo que ver: "Ella le dejo dinero a él, le había conocido por Instagram (...) Ella reclamo su dinero, o algo, y se la han cargado", aseguraba Fernando Jumillas, el hermano de la victima. Aún se desconocen los motivos de su muerte y el móvil sigue siendo todo un misterio.