"El patio de mi cárcel es particular", es lo que han debido de pensar los reos de este penal ecuatoriano que durante unas horas han podido disfrutar de una piscina de dimensiones casi olímpicas. Se lo han trabajado ellos mismos: aprovechando las fuertes lluvias caídas en los últimos días en la zona, solo tuvieron que bloquear los desagües.
En cuestión de minutos, el polideportivo quedó inundado, lo nunca visto en motines carcelarios. Esto, además, en una prisión de máxima seguridad donde días antes de que reiventaran el recinto, convirtiéndolo casi en un parque acuático, habían aparecido muertos seis reclusos. El vídeo se ha hecho viral en Ecuador, donde ha llamado la atención especialmente el color tan piscinero del agua. Las autoridades carcelarias insisten en que la fiesta duró poco, ya que obligaron a los internos a reparar el desaguisado. Así que las aguas volvieron a su cauce y los reos a su rutina.