Un preso se fuga en Valencia tras quitarse uno de los grilletes y saltar de una ambulancia
Iba a recibir atención en el hospital por una supuesta ingesta de lejía
El recluso consiguió romper el cristal del portón lateral de la ambulancia
El preso se subió a un taxi y los agentes le perdieron la pista
Un recluso del centro penitenciario de Picassent, identificado como Jorge R. M., de 36 años, se ha fugado tras romper un cristal y saltar de la ambulancia que lo trasladaba al Hospital General de Valencia, según informa Las Provincias. El preso logró escapar cuando el vehículo sanitario se detuvo en la calle Padre Esteban Pernet, junto al centro hospitalario, donde iba a recibir atención médica por una supuesta ingesta de lejía.
El preso iba descalzo cuando salió corriendo hacia un descampado. Los agentes de la patrulla de la Guardia Civil que escoltaba al recluso, circulando detrás de la ambulancia, no pudieron alcanzarle. El delincuente llevaba una semana en el módulo de ingresos preventivos de la cárcel tras ser detenido por un delito de violencia de género. Anteriormente había estado en prisión por un robo con intimidación.
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El recluso consiguió romper el cristal del portón lateral de la ambulancia después de quitarse las esposas, según las primeras investigaciones. Los presos viajan solos en la parte trasera de las ambulancias en los traslados desde la prisión al hospital, por lo que tuvo cierta facilidad para fracturar la ventanilla tras quitarse uno de los grilletes.
Los hechos ocurrieron alrededor de las 12 horas 30 de este sábado. El fugitivo escapó corriendo y los agentes le perdieron de vista cuando se subió a un taxi, según informan fuentes policiales. La Guardia Civil informó de la fuga a la Policía Nacional y la Policía Local de Valencia para que todas las patrullas que se encontraban en la zona buscaran al delincuente.
La asociación de trabajadores penitenciarios 'Tu Abandono Me Puede Matar' (TAMP) de Picassent, horas después del suceso, denunció "la falta de medios materiales y la escasez de personal El colectivo responsabiliza al ministerio del Interior y a la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias de la situación precaria en la que trabajan los funcionarios de las cárceles españolas y los guardias civiles que realizan los traslados de los reclusos.