Trabaja en televisión, su nombre es Angela Kennecke e informó en directo la peor noticia que una madre podría dar: la muerte de su propia hija, Emily, de 21 años.
Lo anunció durante el informativo de la noche en la cadena Kelo-TV, en Sioux Falls, Dakota del Sur, EEUU, cuando procedía a informar de la crisis de los opioides que golpea a Estados Unidos, donde su consumo se ha disparado, tal y como precisa USA Today. Fue entonces cuando reveló que Emily había fallecido de sobredosis: “La epidemia de opioides ha golpeado en mi casa de una forma trágica y devastadora para mí. El 16 de mayo mi hija de 21 años, Emily, murió de sobredosis. La causa oficial de su muerte fue envenenamiento por fentanilo. Perder a una hija, especialmente de esta forma repentina e impactante, le ha dado la vuelta a mi mundo. Nunca imaginé que un integrante de mi familia sería parte de las estadísticas que escuchas en el informativo de la noche. Nadie lo hacía. Ni yo ni mi familia nos vamos a recuperar de la pérdida de mi talentosa, inteligente y preciosa hija, Emily”, comunicó, emocionada, visibilizando su dolor ante la cámara con el único propósito de servir a una causa social; de ayudar a luchar contra la lacra de las drogas y la adicción.
“Debo seguir adelante. Y mi única opción ahora es ¿Cómo lo hago? Mi elección, incluso asumiendo un riesgo personal, es compartir la historia de mi hija con todos vosotros. La razón por la que lo hago es porque mi única esperanza ante esta pérdida devastadora es que la historia de Emily, –la tragedia personal de mi familia–, pueda ser un catalizador para el cambio. Debemos encontrar caminos mejores y más efectivos caminos para tratar la adicción. También tenemos que acabar con el estigma que impide que muchos busquen ayuda, incluyendo a mi hija. Si 72.000 personas estuviesen muriendo aquí por cualquier otra causa, estaríamos unidos para acabar con el sufrimiento de tantas familias, de tantas madres”, finalizó.