La vidente búlgara del siglo XX, Baba Vanga, sigue causando asombro entre las personas a pesar de que murió hace más de dos décadas. Sus predicciones se prolongan hasta el año 5079, en el que ella creía que el universo terminará. Baba predijo hechos como el ataque terrorista a las Torres Gemelas el 11 de septiembre de 2001.
Justo antes de su muerte a la edad de 85 años, hizo una serie de predicciones para el año 2020. La revelación más sorprendente es que, según sus predicciones, Donald Trump sufrirá sordera y padecerá una enfermedad mortal y Vladimir Putin tendrá que defenderse de un intento de asesinato. Las profecías de fatalidad de Baba Vanga también incluyen un ejército de 'extremistas musulmanes' que invaden Europa con armas químicas.
Además, Baba previó que "una gran ola cubrirá la costa y la gente desaparecerá bajo el agua" en lo que algunos interpretaron como la destrucción de Tailandia por un gran tsunami en 2004. Las perspectivas para 2020 son igualmente sombrías, con más tsunamis y terremotos programados para azotar el continente. También pronostica que un meteorito caerá sobre Rusia.
Pero aun así hay muchas de las profecías que no se han cumplido, como su afirmación de que Europa dejaría de existir para 2016; una 'gran guerra musulmana' en Europa tampoco se ha materializado. Otros eventos que predijo incluyen el fin del hambre en el mundo para 2028, las colonias de Marte que dispondrán de armas nucleares para 2256 y la Tierra se vuelva inhabitable para 2341. En 1979, le dijo al escritor Valentin Sidorov que Rusia se convertiría en el "señor del mundo" después de que Europa se convirtiera en un "páramo".
Baba, quien murió a la edad de 85 años en 1996, también era conocida como el 'Nostradamus de los Balcanes'. Ella perdió misteriosamente su vista a la edad de 12 años durante una tormenta masiva. Al parecer, su familia la encontró varios días después en la puerta de la muerte, con los ojos cerrados y cubiertos de tierra. Más tarde afirmó haber experimentado su primera visión cuando estaba desaparecida y creía que se le había dado el poder de predecir el futuro y curar a otros.